Sostenibilidad
Camiones eléctricos: ahorros y eficiencia en la logística urbana chilena
El transporte eléctrico de carga urbana permite reducir costos operativos hasta en un 70%, disminuir las emisiones de CO₂ y optimizar el rendimiento de las flotas, transformándose en una herramienta clave para la logística sostenible y eficiente en ciudades y áreas semiurbanas.
La electromovilidad se ha convertido en un eje clave para la modernización del transporte de carga y la logística urbana en Chile. La adopción de camiones eléctricos permite optimizar los costos operativos, reducir la dependencia de combustibles fósiles y disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero, factores que se vuelven cada vez más relevantes frente a los desafíos medioambientales y regulatorios del país.
Más allá de la sostenibilidad, los camiones eléctricos representan una oportunidad para incrementar la eficiencia operativa de las flotas. Su menor consumo energético, la regeneración de energía en frenadas y descensos, junto con la reducción del desgaste mecánico y de mantenimiento, permiten que las compañías logísticas logren un ahorro real en sus operaciones diarias. Esta combinación de eficiencia económica y ambiental posiciona a la electromovilidad como una alternativa estratégica para transformar la logística urbana.
El CEO y cofundador de ZEV, Patricio Waddle, destacó los ahorros reales y ventajas operativas que los camiones eléctricos aportan al reparto urbano en el país. “Tenemos la representación oficial de la marca Yutong de camiones eléctricos en Chile”, señaló el ejecutivo quien detalló que su modelo de negocio combina venta de vehículos eléctricos y a hidrógeno, arriendo de camiones y operación logística, con servicios de postventa, implementación de puntos de carga y desarrollo de proyectos sustentables.
Yutong es el mayor fabricante mundial de vehículos comerciales eléctricos, con más de 200 mil unidades vendidas, presencia en los cinco continentes y más de 300 mil colaboradores. “Yutong fabricó el primer bus eléctrico en 1999 y comercializa también vehículos a hidrógeno. Próximamente vamos a importar el primer camión a hidrógeno refrigerado para Chile”, explicó e su exposición en FILCE 2025.
En la actualidad, el portafolio disponible en el mercado chileno incluye camiones de reparto urbano de 2, 5 y 7 toneladas, furgones de 1,5 toneladas, camiones Mixer, Tolva y mineros, además de vans de carga y pasajeros. “Nos vamos a enfocar más que nada en el modelo T5, el camión que más utilizamos para el reparto urbano o semiurbano”, indicó Waddle. Este modelo tiene una batería de 100 kWh, capacidad de 5.000 kilos o 25 metros cúbicos, y autonomía de 250 a 300 kilómetros según modo de conducción.
Eficiencia y ahorro en las operaciones de transporte
Uno de los aspectos diferenciales es el freno regenerativo, que permite recuperar entre un 10% y 15% de la energía diaria en operaciones urbanas. “Si el camión sube vacío y baja con carga, se genera mucha más regeneración; hay casos a nivel mundial donde el consumo energético se vuelve prácticamente cero en base a la regeneración”, afirmó.
En términos de eficiencia, el T5 alcanza un rendimiento de 0,32 kWh por kilómetro recorrido. “Es como si les dijese que un camión de reparto urbano diésel recorre cinco kilómetros por litro; nuestro camión eléctrico consume 0,32 kWh por kilómetro”, comparó. El ahorro energético se refleja directamente en los costos operativos ya que, con un precio promedio de la electricidad de 200 pesos por kWh, el costo por kilómetro de un camión eléctrico es de 64 pesos, frente a 210 pesos por kilómetro de un camión diésel de características equivalentes. Un ahorro real de un 70%.
Además, las nuevas baterías de alta seguridad pueden soportar inmersión de hasta un metro por 24 horas y temperaturas de hasta 1.300 grados, con una vida útil de hasta 800 mil kilómetros, lo que en operaciones urbanas corresponde a aproximadamente 10 años de uso. “La batería de un T5 tiene 127,74 kWh y posee récord Guinness al recorrer 520 kilómetros con 1,5 toneladas de carga”, destacó Patricio Waddle.
Al comparar la inversión inicial, un camión diésel de 5.000 kilos cuesta 38 millones de pesos, mientras que un eléctrico similar alcanza los 58 millones. “Sí, es más caro, pero si se consideran los costos de mantenimiento, combustible y seguros, el gasto mensual de un eléctrico es similar al de un diésel”, afirmó.
Entre los beneficios operativos del eléctrico, Waddle destacó la menor fricción y desgaste mecánico, el frenado regenerativo, sistemas de refrigeración más simples, eliminación de aceites y combustibles, torque instantáneo, conducción silenciosa y cero emisiones. “Cuando el camión está detenido, gasta cero; el motor no está girando como en un diésel”, recalcó.
El análisis integral considera cuatro pilares: cuota mensual de financiamiento, costos de mantenimiento, costos operativos y seguros. “Generamos un ahorro mensual real de 186.000 pesos por vehículo, considerando todos estos factores”, indicó. Otro aspecto relevante es la garantía de los vehículos eléctricos: 400 mil kilómetros u 8 años, frente a los 150 mil kilómetros o 3 años de un diésel.
Finalmente, enfatizó la importancia de la capacitación de choferes para aprovechar el freno regenerativo y optimizar la eficiencia energética. “La conducción correcta puede marcar la diferencia entre un ahorro moderado y un ahorro máximo en operaciones urbanas”, concluyó. Con estas cifras, la electromovilidad en el transporte urbano chileno deja de ser una promesa y se transforma en una alternativa rentable y sostenible, que combina tecnología avanzada, ahorro operativo y reducción de emisiones para un mercado en plena transición hacia la sustentabilidad.