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Logística y Distribución

El desafío del transporte de carga urbana ante un nuevo marco de planificación

Una de las estrategias más interesantes tiene que ver con los micro hubs logísticos.

El transporte de carga en zonas metropolitanas entra en una fase de modernización con la Estrategia Nacional de Distribución Urbana de Mercancías. Para el académico de la Escuela de Ingeniería Industrial de la Usach, Juan Pedro Sepúlveda, este instrumento busca ordenar flujos, coordinar actores y ajustar infraestructuras para responder a una demanda urbana cada vez más compleja.

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La implementación de la Estrategia Nacional de Distribución Urbana de Mercancías ha reactivado el debate sobre cómo las ciudades chilenas deben reorganizar sus procesos de abastecimiento, infraestructura y regulación para enfrentar el crecimiento sostenido del comercio electrónico y la demanda por entregas rápidas. El desafío ya no es solo optimizar la última milla, sino integrar la logística como un componente estructural del desarrollo urbano, capaz de equilibrar eficiencia operativa, sostenibilidad y calidad de vida.

En este contexto, distintos especialistas han comenzado a analizar las condiciones actuales de las ciudades, las brechas que dificultan una operación más armónica y los cambios que se requieren para que estas estrategias se materialicen. Entre los temas más recurrentes destacan la necesidad de nuevas inversiones, la coordinación entre municipios, Estado y privados, la incorporación de micro hubs en zonas estratégicas y la urgencia de definir usos de suelo que permitan convivir de manera ordenada con un sistema logístico cada vez más exigente.

En conversación con Agenda Logística, el académico de la Escuela de Ingeniería Industrial de la Usach y miembro del Comité de Logística del Consejo de Políticas de Infraestructura, Juan Pedro Sepúlveda, destacó que las ciudades pueden mejorar sustancialmente la distribución urbana si avanzan hacia modelos de consolidación de carga. “Una de las estrategias más interesantes tiene que ver con los micro hubs logísticos para poder consolidar carga que venga de distintos proveedores que van a entregar en una misma zona”, afirmó y subrayó que su implementación requiere colaboración entre municipios y sector privado.

Para el académico, incorporar la logística en la planificación urbana es clave. A su juicio es muy importante incorporar la logística en la planificación urbana, aunque advirtió que estos centros también generan riesgos. Según explicó, concentrar carga en puntos específicos puede atraer delitos ya que “al tener estos micro hubs naturalmente se va a concentrar mucha carga, mucho valor en esos lugares. En este sentido, el tema de la seguridad es un tema importante”.

En materia de infraestructura, Sepúlveda sostuvo que la principal brecha es el nivel de inversión requerido para transformar las ciudades. “El día de hoy las ciudades no han sido pensadas para incorporar la distribución urbana de mercancías”, indicó. Por ello, afirmó que el volumen de inversión es muy relevante y que será indispensable que el Estado, en conjunto con los privados, trabajen en conjunto para poder llegar hasta allá.

El académico también apuntó a la fragmentación normativa como un obstáculo estructural ya que “cada municipalidad tiene sus propias normas y muchas veces están muy dispersas unas de otras”. A su juicio, esta dispersión complica la coordinación entre municipios, privados y Estado ya que “ahí hay un grado de complejidad importante que hay que hacerse cargo”.

La definición de usos de suelo debe alinearse con las necesidades logísticas.

Otro punto crítico, afirmó, es incluir la logística en la planificación urbana de manera transversal. “Es un aspecto fundamental”, dijo, recordando que las ciudades deben compatibilizar la demanda por entregas rápidas con condiciones de operación adecuadas. “Para poder lograr eso hay que moverse y ojalá tener las mejores condiciones para seguir mejorando los tiempos de entrega y poder hacerlo a un costo más bajo”, sostuvo.

La electromovilidad como un factor relevante en la estrategia

Juan Pedro Sepúlveda reiteró que las brechas se concentran en inversión, coordinación normativa y planificación urbana. “Por un lado el volumen de inversión, por otro esta dispersión normativa y claro, lograr incorporar dentro de la planificación urbana la logística”, resumió. A su juicio, estos tres elementos deben abordarse de manera coherente para que las estrategias funcionen.

En relación con los ejes de sostenibilidad, señaló que la electromovilidad será indispensable para disminuir impactos en las ciudades. “Es un punto importante ya que estos vehículos permiten bajar el volumen de ruido y reducir emisiones asociadas a la última milla. Sin embargo, el costo de estos equipos es un factor que no se debe ignorar ya que trae aparejado otro riesgo que tiene que ver con el volumen de inversión”, advirtió.

El académico enfatizó que cualquier avance en electromovilidad debe considerar las capacidades de los operadores. “Más que poner restricciones, hay que tratar de facilitarles la vida para que puedan coexistir de forma armoniosa durante la jornada”, comentó. En su opinión, la estrategia debe evitar que los costos se disparen debido a nuevas barreras normativas.

Respecto a la planificación territorial, Sepúlveda sostuvo que la definición de usos de suelo debe alinearse con las necesidades logísticas. “Incluir dentro de la planificación urbana el tema de la logística es un tema fundamental”, afirmó. Añadió que los municipios deben considerar cómo crecerán sus áreas comerciales y dónde se ubicarán almacenes y zonas de carga y descarga. “Es un punto clave que también esté considerado este aspecto de la logística”, remarcó.

Se valora que la logística urbana haya adquirido relevancia en la agenda pública.

El académico advirtió que, sin espacios adecuados, se reproducen los problemas actuales de congestión y riesgos viales. “Hoy se bloquean ciclovías, se genera congestión porque no tienen dónde estacionarse estos vehículos”, comentó. Para evitarlo, planteó la necesidad de “zonas de carga, descarga y pequeños microhubs logísticos lo más cercanos posible a las áreas de alta actividad comercial”.

Una estrategia basada en cinco ejes fundamentales

Sepúlveda insistió en que este diseño debe replicarse en diversas zonas del país, no solamente en la Región Metropolitana, destacando que otras ciudades también requieren infraestructura que permita operar de manera “más armónica con el resto de las actividades”.

El académico valoró que la estrategia nacional esté estructurada en ejes. “Es un tema fundamental”, señaló. A su juicio, definir prioridades y objetivos permite orientar las acciones porque cuando se define una estrategia, se tiene que definir un conjunto de etapas, aunque reconoció que algunas iniciativas podrían haberse incorporado o ajustado.

Sobre los ejes propuestos, afirmó que representan adecuadamente los desafíos del sector. “Comparto mucho que hay temas que tienen que ver con infraestructura, equidad, sostenibilidad ambiental y eficiencia de las operaciones”, dijo. Enfatizó que la estrategia “apunta en el sentido correcto”.

Sepúlveda advirtió que el desafío real se encuentra en la implementación. “Tiene que ir acompañada de inversión del Estado, de una excelente coordinación entre privados, Estado y municipalidades”, afirmó. También destacó el rol del capital humano, señalando que “el tema de la capacitación es otro punto crítico”.

Finalmente, valoró que la logística urbana haya adquirido relevancia en la agenda pública. “Siempre me daba la sensación de que la logística interna era el pariente pobre”, expresó y celebró que hoy exista una estrategia dedicada a esta dimensión, porque “si se mejora, el beneficiado va a ser el cliente final, con mejores tiempos, costos más bajos y servicios más eficientes”.