Anuncio

Comercio Internacional

El agro chileno se posiciona como proveedor competitivo en mercados globales

Durante el 2024 las exportaciones silvoagropecuarias sumaron US$20.600 millones.

La agricultura chilena multiplicó por cuatro sus exportaciones en dos décadas, con Asia-Pacífico como destino clave y una estrategia que combina innovación, sostenibilidad y apertura de mercados. El secretario general de la SNA, Juan Pablo Matte, destacó el potencial y el crecimiento sostenido en los envíos a mercados emergentes.

Publicado Última actualización

En 2024, Chile alcanzó un récord de US$100.000 millones en exportaciones, cifra en la que la bioeconomía —agricultura, pesca y acuicultura— aportó un 31%, consolidándose como un pilar estratégico junto a la minería. Para la Sociedad Nacional de Agricultura (SNA), este desempeño confirma el rol del país como proveedor clave de alimentos a nivel global y abre nuevos desafíos en diversificación de destinos y sostenibilidad.

El secretario general de la SNA, Juan Pablo Matte, destacó que el escenario internacional ofrece oportunidades relevantes en mercados tradicionales como Estados Unidos y Europa, pero sobre todo en el Asia-Pacífico, donde habitan cerca de 2.500 millones de personas y el consumo de alimentos crece al ritmo de una clase media en expansión. “Estamos muy entusiasmados con este crecimiento y con la forma en que Chile sigue siendo un actor tan relevante en el comercio de alimentos hacia el mundo”, afirmó.

El dirigente explicó -en el marco del webinar organizado por la Fundación Chilena del Pacífico titulado “El Potencial de los Mercados del Asia Pacífico para el Sector Agro-exportador”- que el contexto internacional ofrece oportunidades que Chile debe aprovechar. Estados Unidos y la Unión Europea mantienen mercados consolidados, pero con un crecimiento más moderado, mientras Asia-Pacífico emerge con mayor dinamismo. “Es una región con 2.500 millones de habitantes, que llega a casi 4.000 millones si se incluye India, y con un crecimiento del 3,9%. Esto refleja el aumento sostenido de las clases medias que demandan más y mejores alimentos”, indicó.

Según datos de la Sociedad Nacional de Agricultura, durante el año 2024 las exportaciones silvoagropecuarias chilenas sumaron US$20.600 millones y un 43% tuvo como destino mercados del Asia-Pacífico. De ese total, un 75% se dirigió a China, lo que revela una fuerte concentración. Juan Pablo Matte advirtió que diversificar los envíos hacia economías como Indonesia, Filipinas y el sudeste asiático es una prioridad para reducir riesgos y ampliar oportunidades.

Recordó que el 93% de las exportaciones del sector se envían a países con los que contamos con tratados de libre comercio. Entre 2000 y 2024, los envíos agropecuarios crecieron de US$5.000 millones a US$20.000 millones, multiplicándose por cuatro y en el caso de Asia-Pacífico, el salto fue aún más significativo ya que de US$1.000 millones se pasó a casi US$9.000 millones en el mismo período, lo que equivale a un crecimiento promedio de 33% anual.

El secretario general de la SNA destacó que este desarrollo ha sido posible gracias a la combinación de innovación tecnológica, mejoras logísticas y la articulación público-privada. En su opinión, ProChile ha jugado un rol clave al abrir mercados y facilitar la participación en ferias internacionales. “Se ha consolidado una cadena de valor que posiciona a Chile como proveedor confiable y competitivo”, agregó.

Según la SNA, el Estado debe seguir facilitando acuerdos comerciales.

La India y mercados emergentes del Asia-Pacífico

La India es otro mercado que concentra la atención de la Sociedad Nacional de Agricultura. Chile mantiene un acuerdo de alcance parcial con Nueva Delhi, pero las negociaciones para un Acuerdo de Asociación Económica Integral (CEPA) podrían abrir un salto cualitativo. Por eso, aseguró que “esperamos que a fin de año podamos cerrar este pacto, lo que permitiría aumentar significativamente la cantidad de productos con preferencias arancelarias”.

Indonesia y Filipinas también aparecen como objetivos estratégicos. Con más de 270 y 115 millones de habitantes respectivamente, y tasas de crecimiento superiores al promedio mundial, representan una oportunidad para los agroalimentos chilenos. “En ambos casos avanzamos en protocolos y en conversaciones bilaterales que apuntan a futuros acuerdos de libre comercio o de alcance similar”, sostuvo Juan Pablo Matte.

Mencionó además el interés de Chile en incorporarse a la Asociación Económica Integral Regional (RCEP), el mayor bloque comercial del mundo con 700 millones de habitantes. En el 2024, el país envió una carta formal para iniciar el proceso de adhesión, lo que reforzaría su presencia en Asia-Pacífico. En paralelo a la apertura de mercados, la SNA impulsa un cambio en la estrategia de posicionamiento internacional. Explicó que el tradicional lema “Chile Potencia Agroalimentaria” evoluciona hacia “Chile Potencia Ecoalimentaria”, un concepto que incorpora sostenibilidad, trazabilidad y atributos ambientales.

El enfoque en sostenibilidad no es solo comunicacional, sino una estrategia para responder a las tendencias del comercio internacional. Los mercados desarrollados priorizan cada vez más los productos con certificaciones de inocuidad, baja huella de carbono y trazabilidad garantizada. “Chile puede diferenciarse no solo por volumen, sino por calidad y atributos que agregan valor”, sostuvo el secretario general de la SNA.

Matte subrayó que esta estrategia requiere mantener altos niveles de productividad y competitividad. “Nuestro país es pequeño y lejano, por lo que debemos enfocarnos en el cómo: más innovación, más productividad, más inclusión y más sustentabilidad. Es la única manera de seguir siendo relevantes en los grandes mercados internacionales”, afirmó.

La relación público-privada, añadió, será determinante en este camino y el Estado debe seguir facilitando acuerdos comerciales, promoción internacional y apoyo logístico, mientras que el sector privado debe apostar por inversión en tecnología, sostenibilidad y diversificación de destinos. En este contexto, Asia-Pacífico se confirma como el destino prioritario para la agricultura chilena.

El crecimiento de la demanda, la expansión de las clases medias y la búsqueda de alimentos de calidad crean un escenario favorable para los productos nacionales. “Tenemos todo para seguir liderando: capacidad empresarial, innovación, sustentabilidad y un producto de altísima calidad”, concluyó.