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Logística y Distribución

Corredores bioceánicos: La visión territorial e integradora que impulsa AIMAS para Sudamérica

"Es un error pensarlos en una cintita que une dos puertos", señaló el líder de AIMAS.

La Asociación Intermodal de América del Sur (AIMAS) plantea una visión territorial e intermodal de los corredores bioceánicos en Sudamérica, destacando su potencial para transformar la logística regional, dinamizar las economías locales y reducir la dependencia del modelo extractivo tradicional.

En un contexto de creciente competencia global, redefinición de rutas comerciales y urgencia por consolidar la integración regional, los corredores bioceánicos resurgen como una oportunidad estratégica para el desarrollo económico de Sudamérica. Pero más allá de la infraestructura, lo que está en juego es el modelo de articulación territorial, logística y productiva de toda una región.

En conversación con Agenda Logística, Jorge de Mendonca, presidente de la Asociación Intermodal de América del Sur (AIMAS), ofrece una visión crítica y propositiva sobre cómo deben pensarse estos corredores. "Desde su origen, AIMAS se concibió como una asociación de alcance continental. No tenía sentido limitar el concepto a Argentina; necesitábamos pensar en clave sudamericana. Por eso nos llamamos Asociación Intermodal de América del Sur", explicó. Esta mirada regional fue una apuesta desde el inicio y hoy cobra plena vigencia.

De Mendonca cuestionó el enfoque tradicional que visualiza los corredores bioceánicos como simples rutas que conectan dos océanos para exportar materias primas. "Es un error pensarlos como una cintita que une dos puertos. La verdadera riqueza de estos corredores está en el tejido territorial que se genera a lo largo del trayecto: estaciones intermedias, centros logísticos, puntos de intercambio que permiten dinamizar economías locales y regionales", sostuvo.

La propuesta de AIMAS es cambiar la lógica extractiva por una lógica integradora. "Una estación ferroviaria aislada no genera negocios. Pero si esa estación se integra a una red intermodal, que articule camiones, barcos, rutas, ferrocarriles y ríos navegables, el potencial se multiplica. Ya no es una línea, es una mancha territorial que activa múltiples flujos económicos", puntualizó el presidente de la Asociación Intermodal de América del Sur.

Esto tiene implicancias concretas. De Mendonca sostiene que pensar los corredores como rutas de tránsito rápido hacia grandes megapuertos como Chancay o Santos puede generar más dependencia que desarrollo. "Desde Chancay hacia China puede ser barato, pero llegar hasta Chancay desde Argentina o Chile es carísimo. Hay que cruzar la cordillera, recorrer miles de kilómetros en camión o depender de feeders carísimos. No hay ahorro real, y eso lo paga nuestra producción", indicó.

Por eso AIMAS apuesta por un modelo en el que se combine ferrocarril, transporte por camión y navegación de cabotaje, activando puertos intermedios en todo el litoral pacífico y atlántico. "Las navieras locales pueden fortalecerse si negocian en cada puerto, atienden cargas pequeñas y conectan con las grandes líneas. Eso genera empleo, inversión y valor agregado local", explicó el líder de la agrupación latinoamericana.

Unir el Pacífico con el Atlántico es el gran objetivo de los corredores.

Chile como motor integrador

Consultado por el papel de los países sudamericanos en este proceso, De Mendonca no dudó en destacar a Chile y Brasil como líderes actuales. "Chile ha cambiado radicalmente su postura en los últimos 20 años. Antes compartía la visión restrictiva de Argentina sobre los cruces fronterizos. Hoy Chile impulsa estos proyectos, los ejecuta y presiona positivamente para que se concreten. Es un motor que empuja hacia una integración más ambiciosa", manifestó el presidente de AIMAS en entrevista con Agenda Logística.

Brasil, en tanto, ha desarrollado estrategias como el Corredor Capricornio, combinando diplomacia y articulación local. "Entendieron que el Mercosur no era suficiente, que los acuerdos bilaterales no bastaban. Entonces bajaron al terreno y trabajaron con cada comunidad. Y ya van a inaugurar el corredor el próximo año", explica el presidente de AIMAS.

Argentina, en cambio, aparece rezagada. "El planteo del lado argentino suele ser tímido, deficitario y con poca convicción. Piden cosas que saben que no son rentables si se las piensa de forma aislada. Hay que dejar de lado el miedo, la inercia y la dependencia de préstamos internacionales impagables. Necesitamos planificación territorial y decisión política", indicó.

Según AIMAS, "Chile impulsa estos proyectos, los ejecuta y presiona".

Desafíos técnicos y culturales

Uno de los puntos más interesantes de la visión de AIMAS es que el desafío logístico no es solo técnico ni económico, sino que es cultural. "Tenemos que romper la inercia de que los modos de transporte compiten entre sí. No compiten. El camión es el cliente del ferrocarril. Y el ferrocarril es el socio estratégico del barco. Aliarse es el camino", señaló Jorge de Mendonca.

También hay obstáculos regulatorios y de diseño que dificultan la eficiencia del sistema. Por ejemplo, los contenedores oceánicos actuales no se adaptan bien a la logística terrestre de Sudamérica. "Tenemos contenedores de 40 pies que no permiten cargar los pallets completos de un camión. ¿Resultado? Espacios vacíos, menor eficiencia, mayor huella de carbono. Necesitamos contenedores de 53 pies, más versátiles, más adaptados a nuestra realidad", argumentó.

Para De Mendonca, el riesgo de no avanzar en la integración logística regional es altísimo. "Si Sudamérica no se conecta internamente, seguiremos siendo una región de paso, proveedora de materias primas sin cadenas de valor. Hay que volver a lo que hacíamos hace 100 años: generar conectividad interna, entre pueblos, entre modos, entre regiones", aseguró el presidente de AIMAS quien insistió que "no importa lo que pase en Norteamérica, en Europa o en Asia. Nosotros necesitamos redes propias, resilientes, diversificadas. Y eso se hace con una visión territorial, intermodal y colaborativa".

Finalmente, De Mendonca subrayó que el rol del sector privado es clave, pero necesita una organización pública que establezca reglas claras y oriente la estrategia. "Los privados no pueden solos. Necesitan un marco político, social y técnico que los guíe. Y eso sólo lo puede dar una visión regional compartida". Desde AIMAS, el mensaje es claro: Sudamérica tiene una oportunidad histórica de redefinir su modelo logístico y de integración territorial. Pero para ello, es necesario abandonar los viejos paradigmas extractivos y construir una red intermodal basada en la colaboración, la complementariedad y el desarrollo compartido.