Comercio Internacional
Chile ante el nuevo arancel a Brasil: ¿Se abre oportunidad comercial en mercados clave?

La imposición de un arancel del 50% por parte de EE.UU. a productos brasileños podría abrir espacio para exportaciones chilenas, especialmente en productos del mar, frutas y vino. Expertos advierten que el beneficio dependerá de la capacidad logística nacional y de una estrategia ágil para atraer inversiones y diversificar destinos.
El nuevo arancel del 50% impuesto por Estados Unidos a las importaciones de Brasil ha encendido las alarmas en América Latina, pero también ha abierto una ventana de oportunidad para países como Chile. La medida excluye a más de 700 productos clave, pero afecta directamente al 55% restante del comercio exterior brasileño. La decisión, interpretada como una represalia política, ya generó tensiones diplomáticas con el gobierno de Lula da Silva, que presentó una queja formal ante la OMC.
Desde Santiago, en tanto, el impacto es seguido con atención por el sector exportador, particularmente en rubros donde Chile y Brasil compiten en el mercado estadounidense, como los productos del mar. En 2024, Chile exportó más de 113 mil toneladas de salmón y trucha a EE.UU., por un valor superior a los US$1.200 millones. Además, envía filetes de pescado, mejillones y jurel congelado, segmentos donde podría ganar terreno frente a los proveedores brasileños afectados por el arancel. En un contexto global de ajustes y disputas comerciales, el posicionamiento logístico y comercial de Chile puede transformarse en una ventaja estratégica.
"La coyuntura plantea una oportunidad para Chile, especialmente en productos agrícolas, forestales y pesqueros, donde compite con Brasil. Ejemplos de ello estarían en las frutas frescas, el vino, los productos del mar y la madera, áreas que podrían ganar espacio si el arancel encarece las exportaciones brasileñas. Además, el Tratado de Libre Comercio entre Chile y Estados Unidos ofrece una ventaja arancelaria inmediata", señaló el economista y académico de la Universidad de Santiago, René Fernández.
Para Antonio Espinoza, investigador del Observatorio del Contexto Económico (OCEC) de la Universidad Diego Portales, "se puede ver que los productos que EE.UU. más importó desde Brasil durante el 2024 corresponden a combustibles minerales, aceites minerales y productos de su destilación, hierro y acero, y reactores nucleares, calderas, máquinas, aparatos y artefactos mecánicos, productos con los que no compite con Chile, por lo tanto, existe poca posibilidad de que seamos un posible país de origen sustituto".
De todas maneras, el académico de la UDP indicó que "en algunos productos de menor participación en la importación de Estados Unidos desde Brasil, como las carnes y frutas, Chile podría verse como un posible país sustituto, sin embargo, son productos bastante distintos en los que no solo hay competencia por precio, sino también por calidad".

Consultado sobre si este conflicto arancelario entre EE.UU. y Brasil podría reconfigurar las cadenas logísticas regionales y beneficiar a Chile como plataforma exportadora, el economista de la Usach, René Fernández, señaló que podría ser posible aunque para eso "debiera reforzar su infraestructura portuaria y acuerdos logísticos. También podría captar inversiones de empresas que busquen diversificar su producción fuera de Brasil para evitar aranceles. No obstante, esto requiere rapidez en decisiones políticas y mejoras en eficiencia logística".
Sobre este punto, Espinoza sostuvo que "Brasil ya ha mostrado interés en usar a Chile como un corredor estratégico para la exportación a Asia, de existir desvío de mercancías hacia Asia, este plan se volvería más atractivo. Sin embargo, resulta poco probable que las consecuencias de los aranceles logren generar cambios significativos en la cadena logística de la región".
En cuanto a los riesgos para nuestro país de una profundización de la guerra comercial en la región, Fernández indicó que "podría generar inestabilidad en mercados financieros y cambios en la demanda internacional. Además, si Brasil toma represalias o redirige sus exportaciones a otros mercados donde Chile también compite podría haber mayor presión. La prudencia diplomática y la diversificación de mercados son aspectos que influirán en el desarrollo de los próximos pasos".
En tanto, Antonio Espinoza, del OCEC de la Universidad Diego Portales aseguró que "una mayor profundidad en la guerra comercial en la región podría significar un riesgo para las exportaciones chilenas, toda vez que se esperaría que esta guerra comercial pueda llegar a tener impactos negativos en la actividad económica de los países afectados, en este caso Brasil, un destino importante de exportaciones chilenas".
Agregó que "en la medida en que la guerra comercial tenga efectos nocivos en el dinamismo económico de Brasil, se podría ver una disminución en la demanda de productos de importación, de los cuales demanda principalmente cobre, producto que está fuertemente relacionado con la actividad económica".
En este escenario de tensiones comerciales y reconfiguración de flujos globales, Chile se encuentra ante una coyuntura estratégica que podría fortalecer su posición exportadora hacia Estados Unidos. Sin embargo, para capitalizar esta ventaja potencial, el país deberá actuar con rapidez, reforzando su infraestructura logística, consolidando su red de tratados comerciales y generando certezas para atraer inversiones. Más que un efecto inmediato, el arancel a Brasil representa una señal de alerta y una invitación a Chile para consolidarse como un actor competitivo y resiliente en el comercio internacional.