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Comercio Internacional

Chile juega carta clave en EE.UU.: ¿Subirán los aranceles a las exportaciones chilenas?

Según los analistas, el impacto a las exportaciones debería ser acotado.

El gobierno chileno negocia con autoridades estadounidenses para evitar el impacto de un arancel general del 15% al 20% anunciado por Donald Trump, que podría afectar productos estratégicos como el cobre, la madera y otros envíos clave a ese mercado. Economistas coinciden en el impacto acotado que tendría la medida, pero advierten en el largo plazo.

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La política comercial de Estados Unidos ha vuelto a situarse en el centro del debate global, luego de que el presidente Donald Trump anunciara su intención de aplicar un arancel generalizado a las importaciones provenientes de países sin tratados bilaterales específicos. La medida, que contempla tasas de entre 15% y 20%, busca simplificar las relaciones comerciales mediante reglas comunes, reemplazando las negociaciones caso a caso. Esta estrategia ha generado inquietud entre países socios, especialmente en economías medianas como Chile, que cuentan con tratados vigentes, pero podrían verse igualmente afectadas.

En este contexto, el gobierno de Chile ha intensificado su agenda diplomática y comercial. Esta semana, una delegación técnica encabezada por la Subsecretaría de Relaciones Económicas Internacionales y el Ministerio de Hacienda sostendrá una nueva ronda de conversaciones con la Oficina del Representante Comercial de Estados Unidos (USTR) en Washington D.C. El objetivo: contener el impacto de estas medidas arancelarias y proteger el acceso de los productos chilenos al mercado estadounidense, en un escenario donde el cobre y otras exportaciones clave están bajo presión.

En relación con los efectos de los aranceles generales de Estados Unidos, estimados entre el 10 y el 20%, los analistas estiman que se ha internalizado el arancel 10% toda vez que los datos, al día de hoy, reflejan que las exportaciones nominales hacia EE.UU. han aumentado significativamente en los últimos meses. “Incluso, en el IPoM de junio, el impacto agregado a nivel macro es muy leve, siendo de 0,1% del PIB concentrándose en 2026, por lo tanto, eventualmente es muy limitado y el impacto se concentraría en aquellos sectores más expuestos como la fruta y salmones”, explicó Juan Ortiz, economista senior del Observatorio del Contexto Económico (OCEC) de la Universidad Diego Portales.

“Efectivamente, hemos visto que el impacto ha sido mínimo. Quizás hubo una sobre reacción en cuanto al carácter disruptivo de los aranceles en la economía internacional y lo que se observa con los datos es que, eventualmente, no ha habido un impacto negativo por ahora, debería ser más hacia el año 2026 donde se materializaría el efecto”, indicó el académico de la UDP quien agregó que “es necesario ser cauto en considerar que no es lo mismo un 10% de arancel que un 20% de arancel”.

Representantes nacionales negocian con el gobierno de Estados Unidos.

Por su parte, Marcela Vera, economista y académica de la Facultad de Administración y Economía de la Universidad de Santiago, consultada sobre la apreciación del gobierno sobre el impacto mínimo de los aranceles generales, comparte dicha evaluación. “De hecho, el Banco Central ha determinado que la imposición de aranceles por parte de Estados Unidos no ha generado efectos inflacionarios internos relevantes. Esto sugiere que, al menos en el corto plazo, la economía chilena se encuentra razonablemente protegida frente a este tipo de medidas proteccionistas gracias a que el principal comprador de cobre es China”, sostuvo.

Para el caso del cobre, donde se habla de un arancel del 50%, el economista de la Universidad Diego Portales señaló que “en el corto plazo lo que se observó fue el incremento del precio del cobre en el mercado Comex (mercado de referencia para EE.UU.) y un aumento del diferencial respecto al precio del cobre BML. El precio Comex debería tender a debilitarse producto de ese shock transitorio de demanda al alza y, por otra parte, quizás hay que ser más cautos en el largo plazo por varias razones. Primero, hay que ver cómo se ajusta la oferta y la demanda a este shock de costos y la capacidad de la oferta local de redirigir parte la producción que se vendía a EE.UU. a otros destinos”.

En tanto, la académica de la Usach, Marcela Vera, en el corto plazo el impacto directo sería limitado, dado el bajo porcentaje de envíos de cobre que Chile destina al mercado estadounidense. “En el largo plazo podrían generarse efectos estructurales relevantes. Una medida arancelaria de esta magnitud podría acelerar procesos de sustitución de compradores de nuestro mineral rojo, fortaleciendo aún más la posición del mercado asiático como principal destino de este mineral crítico y fundamental para la producción de manufacturas y tecnologías de punta”.

Alberto van Klaveren, ministro de Relaciones Exteriores.

Canciller van Klaveren reafirmó el compromiso de llegar a un acuerdo

El tema arancelario fue abordado en profundidad por el canciller Alberto van Klaveren en una entrevista con el programa Estado Nacional de TVN, donde expuso los principales lineamientos de la estrategia chilena. Aunque reconoció que el panorama es incierto, Van Klaveren reafirmó el compromiso del Gobierno por mantener condiciones comerciales justas, insistiendo en que se hará todo lo posible para alcanzar un arancel cero para los productos nacionales. Sus declaraciones dan cuenta de una diplomacia activa frente a un nuevo ciclo proteccionista liderado por Washington.

Van Klaveren señaló que Trump ha expresado su intención de aplicar aranceles de entre el 15% y el 20% a países que aún no han negociado acuerdos bilaterales específicos con EE.UU., grupo donde se incluiría a Chile como una economía de tamaño mediano. En este contexto, el canciller consideró que, si se mantuviera el alza del 10% ya anunciada, aquello podría verse como un resultado "relativamente positivo", aunque enfatizó que no es una meta satisfactoria para el país.

El canciller subrayó que Chile cuenta con un Tratado de Libre Comercio vigente con Estados Unidos y que no se descartan herramientas para defender ese marco. Explicó que, incluso en casos donde ya existen acuerdos bilaterales –como con el Reino Unido–, las negociaciones han continuado producto del cambio profundo en el enfoque comercial de EE.UU., el cual ahora prioriza ajustes sectoriales y evaluaciones individuales de productos.

Durante la entrevista, Van Klaveren insistió en que el Gobierno buscará eliminar por completo los aranceles o, al menos, lograr condiciones favorables para sectores estratégicos. "No nos conformamos con el 10%", afirmó, asegurando que el Ejecutivo seguirá insistiendo en rebajar las barreras comerciales, incluso más allá del anuncio que se realice el próximo 1 de agosto.

Respecto al arancel del 50% que Estados Unidos evalúa aplicar a las importaciones de cobre, Van Klaveren explicó que este tema se trata por un canal separado al de la negociación comercial general. Detalló que la medida responde a una investigación iniciada en febrero bajo la Ley de Expansión Comercial de EE.UU., que examina el impacto de las importaciones sobre la seguridad nacional, y que es dirigida por el Departamento de Comercio estadounidense.

Finalmente, el ministro reveló que Chile ha participado activamente en ese proceso, incluyendo reuniones con actores nacionales y con importadores estadounidenses, los cuales –según ha trascendido– no han respaldado la aplicación de un arancel al cobre. A pesar de la complejidad de este escenario, Van Klaveren enfatizó que el Gobierno está comprometido en defender la competitividad del cobre chileno, así como de otras exportaciones clave para la economía del país.