E-Commerce
E-Commerce: Planificación, coordinación y comunicación en temporada alta
Durante esta época del año se congestionan puertos, rutas, y aeropuertos a causa del incremento en las importaciones y exportaciones de productos, por festividades y eventos comerciales como la Navidad y Black Friday.
En Chile, la temporada alta -noviembre a marzo-, ha cambiado rápidamente en los últimos años influenciada, principalmente, por el auge del comercio electrónico. Las compras en línea han transformado la forma en que los consumidores interactúan con sus marcas favoritas y se ha intensificado la conducta de adquisición de bienes y servicios.
Actualmente, los peak de demanda no se limitan solo a las festividades tradicionales como la Navidad, sino que también a eventos como el Black Friday, transformando la idea de lo que antes se consideraba “temporada alta".
Según cifras de la Cámara de Comercio de Santiago (CCS), las ventas online y presenciales del Black Friday 2024, superaron los US$550 millones, tras más de 10 millones de compras realizadas por los consumidores. A la vez, el comercio electrónico chileno alcanzó ventas por $4,5 billones de pesos en el primer semestre de este año (US$4.725 millones), consolidando su recuperación tras dos años de ajuste post pandemia.
La CCS, proyecta que las ventas digitales superarán los $9 billones de pesos al cierre de 2025 (US$9.457 millones), lo que implicaría un crecimiento cercano al 10% respecto de 2024. Estos datos reflejan el dinamismo que la industria logística y las cadenas de suministro enfrentan durante la temporada alta en el país, implicando una gran cantidad de movimientos de inventario.
“Durante la temporada alta, la logística se ve muy afectada. En estas fechas todo se congestiona, los aeropuertos, las rutas y los puertos. Hay un incremento en las importaciones, especialmente de productos como ropa, juguetes, bicicletas y artículos electrónicos por el Black Friday y la Navidad. Además, otros commodities como, por ejemplo, salmón, fruta fresca y seca, y el cobre siguen funcionando en paralelo. A esto se suma el cierre contable de las empresas y los feriados bancarios, que generan más congestión en los pagos y operaciones. Es una época donde todo se mueve al mismo tiempo”, comenta Eduardo Becerra, Branch Manager de Interborders Chile.
Asimismo, Becerra señala que “también nos enfrentamos al atochamiento en los aeropuertos con la salida de la fruta, principalmente la cereza, que se exporta fuertemente durante noviembre. La cereza es clave porque tiene que llegar antes del Año Nuevo Chino, así que entre noviembre y diciembre la demanda de espacio y transporte aumenta muchísimo”.
A su juicio, la planificación de la temporada alta requiere un enfoque estratégico que permita a las empresas transitar de forma eficiente el volumen de demanda y los desafíos que acompañan a este período ajetreado.
“La clave está en la previsibilidad. Recomendamos tener una relación constante con su forwarder y con su equipo comercial para anticipar necesidades y fechas de entrega. Hay factores que no se pueden controlar, como las marejadas, congestión portuaria o naves que omiten puertos, pero sí se puede planificar mejor para reducir el riesgo. Es importante mantener contacto con el destino, buscar las rutas menos congestionadas y gestionar con anticipación el transporte terrestre. También es relevante evitar movimientos en días de tránsito pesado y tener claridad de las fechas para no pedir espacios a último momento. Si se anticipa todo esto, se reducen muchos problemas”, destaca el ejecutivo.
Para gestionar correctamente el transporte de las mercancías, se debe tener en cuenta el tipo de carga a mover. En algunos casos se puede usar tren, cuando la naviera ofrece ese servicio desde sectores agrícolas hacia el puerto. Pero, en Chile, la mayoría se traslada por transporte terrestre. Si es necesario, se puede combinar la importación con transporte en camionetas más pequeñas para desconsolidar y entregar directamente a las bodegas. El objetivo siempre es optimizar tiempos y asegurar la entrega en buenas condiciones.
“Garantizar la entrega al 100% es difícil, porque hay muchos factores externos que no dependen de los forwarders, pero lo importante es tener el máximo control posible desde nuestro lado: anticipar reservas, coordinar camiones, revisar y utilizar las rutas más convenientes y mantener comunicación permanente con el cliente. También hay que tener cuidado con los robos en ruta, sobre todo con productos muy buscados como frutas secas, almendras, nueces, cerezas o salmón. Siempre recomendamos evitar traslados nocturnos cuando se pueda, o dejar el camión en bodega y salir temprano al día siguiente”, señala Becerra.
En este tipo de actividades la tecnología ayuda mucho. “El uso de GPS, monitoreo en tiempo real y herramientas de tracking permite tener trazabilidad completa desde que el camión retira la carga hasta que llega a destino. Eso le da tranquilidad al cliente y mejora la comunicación, porque se puede informar cualquier cambio o novedad al instante, lo que es sumamente importante”, finaliza.