Comercio Internacional
Locaciones chilenas se proyectan como activo exportador audiovisual
La internacionalización de territorios para filmaciones se consolida como una vía de diversificación productiva, con impactos en servicios, logística y encadenamientos ligados al comercio exterior.
La estrategia de posicionar a Chile como destino para producciones audiovisuales internacionales comienza a mostrar efectos más allá del ámbito cultural. A través del FAM Trip Chile 2025, seis profesionales de la industria global del cine y la televisión recorren siete regiones del país con el objetivo de evaluar locaciones, infraestructura y capacidades locales, en una iniciativa liderada por Film Commission Chile, ProChile y el Ministerio de las Culturas.
La visita a la Región de Los Ríos se enmarca en el Programa de Internacionalización regional impulsado por el Gobierno Regional y su Consejo, que busca integrar a los territorios a circuitos globales de producción. Desde la mirada económica, la atracción de rodajes internacionales abre oportunidades en servicios logísticos, transporte, hotelería, catering, tecnología y proveedores especializados, generando flujos de inversión y exportación de servicios creativos.
El FAM Trip considera dos rutas paralelas —Norte y Sur— que abarcan desde Antofagasta hasta Magallanes, con participación de decision-makers provenientes de Estados Unidos, Canadá, España y Corea del Sur. Se trata de perfiles con experiencia en largometrajes, series y contenidos para plataformas de streaming, cuya presencia apunta a posicionar a Chile como un socio confiable en cadenas de producción audiovisual de escala global.
En Los Ríos, el recorrido incluyó zonas urbanas, costeras y rurales, junto con infraestructura y servicios disponibles para producciones complejas. La región destaca por su conectividad, diversidad escénica y condiciones logísticas que permiten concentrar múltiples locaciones en distancias acotadas, un factor clave para reducir costos operativos y tiempos de traslado en rodajes internacionales.
Desde la perspectiva del comercio exterior, la internacionalización de locaciones funciona como una vitrina país que proyecta capacidades territoriales, capital humano y servicios exportables. A ello se suma el potencial de encadenamientos productivos locales, generación de empleo y posicionamiento de Chile en mercados donde la industria audiovisual actúa como plataforma indirecta de promoción económica.
La iniciativa apunta a consolidar una oferta audiovisual descentralizada, donde regiones como Los Ríos se integran a una estrategia nacional de atracción de inversiones creativas. En ese contexto, la industria audiovisual se perfila como un componente complementario del modelo exportador chileno, con impacto transversal en logística, servicios y desarrollo territorial.
Chile como escenario del cine internacional
El desierto de Atacama fue una de las locaciones clave de Quantum of Solace (2008), la saga de James Bond protagonizada por Daniel Craig. Aunque en la narrativa la acción se sitúa en Bolivia, varias secuencias fueron filmadas en el norte de Chile, aprovechando la geografía extrema, la amplitud visual y la infraestructura disponible para rodajes de gran escala. La producción implicó logística compleja, traslado de equipos técnicos y contratación de servicios locales, reforzando la capacidad del país para albergar producciones internacionales de alto presupuesto y posicionando sus paisajes como activos exportables dentro de la industria audiovisual global.
En el caso de Gun Shy (2017), comedia de acción protagonizada por Antonio Banderas, Valparaíso y Algarrobo fueron utilizados como locaciones que representaron un balneario ficticio del Mediterráneo. El rodaje puso en valor la arquitectura patrimonial, los entornos costeros y la versatilidad escénica del litoral central, demostrando cómo ciudades chilenas pueden “doblar” territorios extranjeros. Este tipo de producciones activa encadenamientos productivos locales en transporte, hotelería, catering y servicios técnicos, con impacto directo en economías regionales.
Por su parte, Diarios de Motocicleta (2004), protagonizada por Gael García Bernal, incluyó locaciones en el norte y sur de Chile para recrear distintas etapas del viaje de Ernesto “Che” Guevara por Sudamérica. El uso de paisajes chilenos permitió representar territorios de otros países, evidenciando nuevamente la diversidad geográfica del país como ventaja comparativa. La película, de amplia circulación internacional, contribuyó a la proyección cultural de Chile y a consolidar el audiovisual como una industria con potencial exportador y valor estratégico dentro del comercio de servicios creativos.
En conjunto, estos casos confirman que la utilización de locaciones chilenas en producciones internacionales trasciende el ámbito cultural y se consolida como una herramienta de inserción económica. Cada rodaje fortalece capacidades logísticas, articula servicios locales y proyecta a los territorios como proveedores confiables dentro de cadenas globales de producción audiovisual. En esa lógica, la internacionalización de locaciones se posiciona como un componente complementario del comercio exterior chileno, capaz de diversificar la matriz exportadora, atraer inversión y generar impactos sostenidos en empleo, conectividad y desarrollo regional.