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Sostenibilidad

Peace Boat: Valparaíso asoma como nodo clave del debate marítimo global

El retorno a Valparaíso busca consolidar redes entre gobierno, sociedad civil y sectores productivos.

La directora ejecutiva de Peace Boat US, Emilie McGlone, destacó el rol de Chile en conservación marina y descarbonización marítima, subrayando que el arribo del buque a Valparaíso busca articular actores públicos, académicos y comunitarios en torno al tratado de biodiversidad más allá de jurisdicciones nacionales y los desafíos de la economía azul.

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A un año de su última recalada en Chile, Peace Boat vuelve a Valparaíso con un foco estratégico: fortalecer la cooperación internacional en conservación marina y apoyar la candidatura de la ciudad puerto como sede del tratado de Biodiversidad Marina de Áreas Fuera de Jurisdicción Nacional (BBNJ) de la ONU. “Estamos llegando a Valparaíso justamente cuando el BBNJ está en la última fase de votación. Empujamos la campaña para aumentar la conciencia sobre ese acuerdo y apoyar a Valparaíso como sede internacional”, señaló Emilie McGlone, directora ejecutiva de Peace Boat US.

La organización —que cumple 43 años de operación global— ha impulsado durante el último año una agenda activa en instancias multilaterales y de divulgación científica. “Estuvimos trabajando en varios eventos internacionales como la conferencia del océano en Francia junto a la ministra del Medio Ambiente, Maisa Rojas, y también presentamos documentales sobre la isla de Juan Fernández y áreas marinas protegidas”, comentó.

El retorno a Valparaíso busca consolidar redes entre gobierno, sociedad civil y sectores productivos vinculados al mar. “La idea es juntar actores para una acción concreta para el BBNJ y para la década del océano para que se pueda empezar a trabajar más en conjunto”, afirmó la ejecutiva desde Nueva York.

McGlone subrayó que nuestro país ya supera las metas globales de protección marina. “Chile tiene más del 40% de su mar protegido, más allá de la meta 30×30 y puede ser un líder en cómo se puede realizar esa conservación”, indicó. Destacó además el rol estratégico de Valparaíso como nodo histórico del transporte marítimo regional.

Desde la perspectiva logística y portuaria, la eventual sede del tratado podría impulsar nuevas prácticas operativas. “Si Valparaíso promueve ser sede del BBNJ, el transporte marítimo también tiene que cambiar y pensar más en la conservación, no sólo en la mercancía y la ganancia”, planteó McGlone, abriendo el debate sobre descarbonización y estándares ambientales en la industria.

La ejecutiva enfatizó que la economía azul debe incorporar sostenibilidad como eje estructural. “Esto incluye la conservación en la conversación. Chile puede jugar un rol muy importante como representante del sur global”, señaló, aludiendo al desarrollo tecnológico asociado al sector marítimo en el país.

En materia de vinculación territorial, Peace Boat realizará un programa de actividades con universidades, organizaciones juveniles y actores comunitarios. “Vamos a organizar tres días de actividades con visitas a murales oceánicos, programas en kayak y trabajo con jóvenes y científicos”, detalló McGlone sobre la labor colaborativa con la Universidad de Valparaíso y fundaciones locales.

La agenda incluye acciones educativas y de cuidado del entorno costero. “No sólo hablar de acción, sino tomar acción. Limpiar la playa, reducir el plástico y promover educación oceánica”, explicó y valoró iniciativas que se desarrollarán en Montemar orientadas a jóvenes y sus familias, con énfasis en inclusión y acceso a experiencias de educación marítima.

Emilie McGlone, directora ejecutiva Peace Boat US.

La ejecutiva también abordó el avance del proyecto Ecoship, plataforma que busca transformar el transporte marítimo de pasajeros. “Llevamos más de una década trabajando en construir un barco crucero ecológico que disminuya CO₂ con energía eólica, solar e hidrógeno verde”, afirmó. Destacó el interés de articular alianzas durante la escala del buque en Valparaíso y en su paso por Punta Arenas.

Ecoship aspira a convertirse en referente tecnológico para la industria. “Queremos hacer el primero, un pionero dentro de la descarbonización marítima, mostrar que los barcos pueden tener pasajeros y disminuir su CO₂ a la vez”, sostuvo McGlone, apuntando a oportunidades de innovación y colaboración empresarial en el ámbito naviero.

Sin embargo, el desarrollo del proyecto enfrenta brechas económicas y de infraestructura. “La parte económica es un reto ya que somos una organización sin fines de lucro y juntar fondos para construir un barco es un gran desafío”, señaló. Recordó además que los astilleros mantienen listas de espera tras la pandemia, lo que complejiza los plazos de construcción.

Otro desafío clave es la disponibilidad de energías limpias en rutas internacionales. “Visitamos casi 100 puertos al año y en esos terminales creo que dos o tres pueden tener energía renovable en este momento”, advirtió. De paso, planteó la necesidad de acelerar la oferta de abastecimiento para combustibles y soluciones de baja emisión.

McGlone recalcó que la transición energética marítima requerirá coordinación multinivel. “Hay que avanzar mucho con eso en los próximos años para poder tener barcos ecológicos, tienen que saber dónde recargar energía renovable”, comentó y vinculó este desafío con las rutas globales del buque y los estándares ambientales emergentes.

De cara a 2026, Peace Boat ampliará sus programas juveniles asociados a la conservación marina. “Vamos a realizar una recepción de innovación azul con las Naciones Unidas en Nueva York y esperamos tener jóvenes de Chile en el próximo viaje”, dijo. Adelantó para este año 2026 actividades en Panamá, Guatemala y México, con foco en manglares y estudios de corales.

Finalmente, la escala en Valparaíso buscará también sumar apoyos para becas y participación local. “El evento que tenemos en Valparaíso es para recaudar fondos, empresas que quieran apoyar para dar becas a jóvenes de Chile para que puedan participar en la década del océano”, expresó McGlone, reforzando el vínculo entre sostenibilidad marítima, formación de capital humano y cooperación internacional.