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Comercio Internacional

Tensiones globales: Chile se enfoca en la búsqueda de diversificar su comercio exterior

Las tensiones geopolíticas han impactado al mundo durante el 2025.

Con aranceles en aumento y conflictos internacionales en expansión, Chile debe replantear su estrategia de exportaciones. Conoce cómo la diversificación hacia mercados emergentes y el fortalecimiento de lazos con socios clave como China y Estados Unidos podrían proteger la competitividad del país.

Este 2025 ha estado marcado por un entorno internacional cada vez más complejo, tensionado al máximo por las disputas comerciales y geopolíticas que obligan a un país con una economía abierta al mundo como la chilena a revisar y redefinir su estrategia en materia de exportaciones e importaciones. Los aranceles impuestos por el gobierno de Donald Trump en Estados Unidos, sumado a los conflictos en regiones clave alteran en gran medida a países como Chile que dependen de las exportaciones.

Ante este escenario, el gobierno del presidente Gabriel Boric ha recalcado la necesidad de mantener relaciones comerciales con múltiples potencias, evitando alinearse exclusivamente con Estados Unidos o China. De esta manera, se ha buscado ampliar la red de acuerdos comerciales con iniciativas como el Tratado de Libre Comercio con Indonesia, el primero de su tipo con un país del sudeste asiático, o el acuerdo comercial con los Emiratos Árabes Unidos.

Para el académico del Instituto de Estudios Avanzados y Relaciones Internacionales de la Universidad de Santiago (Usach), Cristián Garay, “la situación y la inserción en la pugna implican dos niveles diferentes. Primero, la actitud de bloqueo de la administración estadounidense frente a la inversión china, aun cuando en realidad no hay retorno de la inversión estadounidense en la zona, significa debilitar las relaciones económicas y compromisos de todo tipo con China Popular, pero no necesariamente reemplazar esto con Estados Unidos”.

Agregó que “estudios recientes indican que hay una desviación del comercio internacional a terceros países. potencias medias no vistas como conflictivas, ya sean India, Turquía, países árabes o países europeos. Esto significa una reducción del comercio hacia Estados Unidos por mayores aranceles, una mantención o reducción moderada hacia China, y un aumento del comercio con otros países”.

En tanto, el economista senior del Observatorio del Contexto Económico (OCEC) de la Universidad Diego Portales, Juan Ortiz, indicó que “las tensiones geopolíticas conllevan a que Chile refuerce su estrategia comercial de apertura económica donde debe primar el pragmatismo en sus relaciones, principalmente con sus principales socios comerciales como China y Estados Unidos. No hay diversificación a largo plazo que lleve a un cambio estructural en la importancia estructural de estos dos países en el comercio internacional”.

Las grandes potencias económicas en conflicto durante el 2025.

Diversificación de mercados como principal estrategia

Consultados sobre qué estrategias debemos considerar para diversificar destinos y reducir la dependencia de mercados en conflicto, el académico de la Universidad de Santiago, Cristian Garay, sostuvo que “los mercados en conflicto están dentro de una lógica por el poder, la supremacía comercial y política de las superpotencias. La adopción de enfoques geopolíticos poco tiene que ver con la idea del comercio libre y generan presiones desde Beijing y Washington por alinearse”.

A su juicio, la respuesta es no alinearse ya que el esquema estadounidense actual tampoco incorpora a América Latina como un actor internacional relevante. “Por tanto, para la administración Trump el eje está en relación a reducir las exportaciones de la región y aumentar las importaciones estadounidenses. Para el cobre no significará mayores cambios, porque Estados Unidos no lo produce, sino que lo necesita, mientras China seguirá siendo el gran cliente. Ese flujo no va a disminuir”.

Para el economista de la UDP, Juan Ortiz, “la incertidumbre, impacta por su efecto en la toma de decisiones producción, teniendo en cuenta que el riesgo de cambios de tasas, cuotas o acceso al mercado a partir de decisiones de carácter político, más allá de lo económico, lo que impacta en la planificación de las empresas y tomar la decisión de esperar para tener una mayor certeza respecto al escenario externo volátil en medio de dichas tensiones”.

Sobre los posibles cambios en la canasta exportadora chilena para adaptarse a las nuevas barreras arancelarias y no arancelarias, Garay indicó que “el mercado es creativo, habrá desviaciones de mercado hacia nuevas plazas como Indonesia, Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos y aún Turquía. No desaparece el interés por Europa, China Popular, Japón o Brasil, mercados más tradicionales. Se podría afirmar que la búsqueda de mercados nuevos será parte sustantiva de las preocupaciones de los exportadores chilenos”.

Por último, Juan Ortiz aseguró que “si bien es necesario que Chile busque ampliar los destinos de sus exportaciones, el espacio de crecimiento es acotado porque no se debe olvidar que el shock proveniente desde Estados Unidos por su política arancelaria ha afectado a todos sus socios quienes, al igual que Chile, buscan una mayor diversificación de destinos lo que se traduce en una mayor competencia por mercados. Es relevante fortalecer los lazos con China y EE.UU. en medio de la búsqueda de nuevos mercados especialmente en el Medio o Lejano Oriente”.