E-Commerce
Black Friday 2025 redefine expectativas logísticas y brechas de confianza
El nuevo informe global de tendencias de comercio electrónico elaborado por DHL evidencia diferencias entre compradores y minoristas que condicionan la planificación operativa, la entrega y la gestión internacional de pedidos.
El Black Friday vuelve a instalarse como un punto crítico para las cadenas logísticas del comercio electrónico. Con noviembre y diciembre como el periodo de mayor presión en la operación, el evento actúa como generador de picos de demanda. La cuarta edición del Informe de Tendencias de Comercio Electrónico de DHL: Shopper Edit muestran que más del 80% de los minoristas digitales planea participar en 2025, anticipando un fuerte aumento en volúmenes de preparación y despacho.
El estudio revela un deterioro en la confianza del consumidor respecto de las ofertas. Mientras la mayoría de los comercios considera que sus promociones son percibidas como confiables, solo la mitad de los compradores declara creer plenamente en los precios del evento. Las diferencias generacionales son significativas: la Generación Z mantiene altos niveles de confianza e intención de compra, superando ampliamente a consumidores de mayor edad.
Las decisiones de compra están impulsadas por descuentos, reseñas y tendencias en redes sociales. Tres de cada cuatro compradores afirma consumir igual o más durante el Black Friday, y un 62% está dispuesto a adquirir productos en plataformas extranjeras si detecta ventajas en precio o disponibilidad. En el plano logístico, la variable más crítica continúa siendo la entrega: el 82% de los consumidores abandonaría su carrito si no encuentra su opción preferida, reforzando la necesidad de flexibilidad en última milla y políticas de devolución claras.
El fenómeno también se consolida en el segmento B2B. Este año, cerca del 85% de los vendedores planea participar, confirmando que los eventos de alta demanda también influyen en los ciclos de aprovisionamiento corporativo. El 63% registró mayores ventas el año pasado, aunque persisten dudas respecto al nivel de confianza en las promociones, con cifras levemente inferiores al promedio general del informe.
Para ambos segmentos, los hallazgos subrayan que la competitividad ya no depende solo del precio o del volumen de ofertas, sino de operaciones confiables, tiempos de entrega predecibles y niveles de servicio consistentes. La logística se convierte así en un eje para reducir fricciones, sostener la confianza y asegurar resultados más allá del propio evento de noviembre.