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Marítimo Portuario

Nuevo remolcador Charrán de SAAM Towage refuerza operaciones en el Callao

Fue diseñado por la firma canadiense Robert Allan Ltd. y construido por el astillero turco Sanmar.

La incorporación del Charrán a la flota de remolcadores del terminal del Callao aumenta la capacidad de asistencia a naves de gran tamaño y refuerza los estándares de seguridad y eficiencia en el puerto peruano.

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SAAM Towage sumó a su flota el remolcador Charrán, una embarcación de última generación destinada a operaciones en el terminal del Callao, el principal puerto de Perú y uno de los más relevantes de la costa oeste de Sudamérica. La nave, bautizada siguiendo la tradición de la compañía de nombrar a sus remolcadores con aves marinas locales, simboliza agilidad y eficiencia en las operaciones portuarias, atributos esenciales para la asistencia de grandes buques en espacios restringidos.

El Charrán tiene 24,4 metros de eslora y 12 metros de manga, con capacidad de tracción de 80 toneladas y velocidad máxima de 13 nudos. Su motor Caterpillar desarrolla 2.350 kW a 1.800 revoluciones por minuto, proporcionando potencia suficiente para maniobras complejas. 

Diseñado por la firma canadiense Robert Allan Ltd. y construido por el astillero turco Sanmar, el remolcador incorpora tecnología de punta y estándares internacionales de seguridad. Su maniobrabilidad y versatilidad permiten asistir naves de gran calado en puertos con limitaciones de espacio. Además, cuenta con certificación Fire Fighting 1 (FiFi 1), lo que habilita al remolcador para apoyar en situaciones de emergencia y reforzar la seguridad de las operaciones de atraque y desatraque.

La incorporación del Charrán se enmarca en la estrategia de expansión y fortalecimiento de la cobertura portuaria en el Pacífico, con el objetivo de optimizar la eficiencia operativa y mantener altos niveles de seguridad en la atención a clientes del puerto. El terminal del Callao maneja un volumen significativo de carga de comercio exterior, por lo que la llegada de un remolcador de estas características contribuye a reducir riesgos y agilizar las maniobras de embarcaciones de gran tamaño.

Con esta nueva incorporación, la compañía busca consolidar su posición en el mercado peruano, alineando inversiones en infraestructura y tecnología con la creciente demanda logística de la región. La operación del Charrán refuerza la capacidad del puerto para enfrentar situaciones de alta complejidad, asegurando la continuidad de los servicios esenciales de remolque y apoyo a la navegación en uno de los puertos más estratégicos del Pacífico sudamericano.