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Comercio Internacional

Cherry & Kiwi Conference 2025 reunió a 380 actores del sector exportador frutícola

Iván Marambio durante su exposición en el encuentro de productores y exportadores.

El encuentro se consolidó como un espacio técnico y comercial clave para la fruticultura chilena, abordando sostenibilidad, recambio varietal y eficiencia operativa en un escenario competitivo global.

El Criadero La Esperanza en Curicó fue sede de la segunda edición del Cherry & Kiwi Conference 2025, instancia que convocó a 380 productores, exportadores y proveedores de la cadena. La jornada combinó perspectivas gremiales, técnicas y comerciales, poniendo en el centro la necesidad de competir con diferenciación por calidad, condición y trazabilidad.

El evento fue inaugurado por Iván Marambio, presidente de Frutas de Chile, y Carlos Cruzat, presidente del Comité del Kiwi, quienes coincidieron en que la competitividad de los próximos años dependerá de la sostenibilidad, la gestión del agua y la capacidad de anticiparse a las ventanas comerciales.

Marambio destacó el crecimiento histórico de la fruticultura, que en 2024 alcanzó un récord de US$ 8.500 millones FOB en fruta fresca y aportó un impacto total cercano a US$ 30.000 millones. Subrayó que cada dólar exportado por la industria genera hasta 24 veces más empleo que un commodity y proyectó volúmenes cercanos a 3 millones de toneladas para la temporada en curso.

El dirigente gremial advirtió, sin embargo, que la industria enfrenta riesgos tributarios, climáticos y geopolíticos. Mencionó la ventaja tributaria de Perú, los aranceles de Estados Unidos que podrían subir entre 10% y 20%, y los cierres portuarios recurrentes en Chile por marejadas. En materia hídrica, insistió en que “nuestro futuro está en la desalación”, proponiendo un modelo basado en infraestructura minera y energías renovables.

Para el sector de cerezas y kiwis, Marambio puntualizó que la competitividad 2025–2028 dependerá de contar con frío suficiente, huertos sanos y un flujo logístico sin interrupciones, acompañado de inversiones en calidad y eficiencia.

En su exposición, Carlos Cruzat abordó la situación del kiwi chileno, destacando que la fruta está dejando atrás su dependencia de nichos y ganando espacio en mercados como India, Estados Unidos y Brasil, gracias a campañas con retailers e influencers digitales. “La clave es llegar con calidad superior; si no, Chile no gana espacio”, enfatizó.

Cruzat también advirtió sobre la necesidad de adaptarse a un mercado multivarietal (verde, amarillo y rojo) y gestionar riesgos como las heladas y salud del suelo. Llamó a los productores a invertir en mecanización, sensores y almacenaje eficiente, junto con estrategias de bioseguridad y manejo regenerativo. Su mensaje final fue claro: “Se requiere excelencia y pasión” para sostener la posición de Chile en la oferta global.