Marítimo Portuario
San Antonio avanza hacia un “Green Port” con el inicio del APL II
COLSA y 25 instituciones públicas y privadas iniciaron el Diagnóstico General para su segundo Acuerdo de Producción Limpia, proceso que definirá nuevas metas de descarbonización, eficiencia operativa y sostenibilidad territorial para el principal puerto del país.
La Comunidad Logística de San Antonio (COLSA) dio el puntapié inicial al Diagnóstico General que permitirá construir el Segundo Acuerdo de Producción Limpia (APL II), una hoja de ruta que busca consolidar a San Antonio como un modelo de sostenibilidad portuaria. La etapa, en marcha desde noviembre y que se extenderá hasta febrero de 2026, reúne a 18 empresas privadas de la cadena logística y a siete organismos públicos, reafirmando el carácter articulador del clúster logístico local.
El proceso apunta a metas más exigentes que las del primer APL, certificado en 2020 y ampliado en 2024. Descarbonización, energías limpias, eficiencia operativa y fortalecimiento del vínculo comunitario destacan como prioridades. “Queremos consolidar lo avanzado y proyectar a San Antonio como un referente global en sostenibilidad”, señaló la gerenta general de COLSA, Pilar Larraín, al presentar la iniciativa.
El Diagnóstico considera tres ejes de transformación: mitigación del cambio climático y eficiencia energética; relación territorial y sostenibilidad social; y gestión ambiental con foco en biodiversidad. La información será levantada mediante un cuestionario que recogerá datos estratégicos de todas las empresas participantes, bajo estricta confidencialidad. La ASCC, dependiente de CORFO, lidera la metodología y supervisión del proceso.
La experiencia previa demuestra el impacto de estos acuerdos: el APL vigente registra 89% de instalaciones certificadas, 73% de empresas con reducción de huella de carbono y una disminución de 36% en residuos no peligrosos. Además, más de 2.000 trabajadores fueron capacitados y 4.000 personas participaron en actividades de vinculación territorial. Para la ASCC, el nuevo acuerdo representa una oportunidad para elevar el estándar. “Buscamos un puerto que crezca junto a su comunidad… La colaboración público-privada es fundamental para hacer del ‘Green Port’ una realidad”, afirmó Verónica Baquedano, coordinadora regional del programa.
En su dimensión económica, el APL II contempla la adopción de tecnologías limpias que podrían reducir costos energéticos hasta en 35%, mediante recambio de luminarias y sistemas inteligentes, además de optimizar procesos operativos en toda la cadena. La expectativa es anticiparse a las exigencias globales, reforzar la competitividad del comercio exterior chileno y posicionar a San Antonio como un nodo logístico de estándar internacional.
Tras el diagnóstico, entre marzo y junio de 2026 se negociarán las metas definitivas entre sector público y empresas, con el objetivo de iniciar la implementación en el segundo semestre y alcanzar la certificación en 2028. De cumplirse el cronograma, San Antonio podría transformarse en el primer puerto chileno en operar bajo un esquema integral de sostenibilidad reconocido a nivel global.