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Logística y Distribución

Informe señala que volúmenes a la baja reordenan la operación portuaria

Los volúmenes desde China mostraron un repunte mensual de 5,4%.

El nuevo índice de ITS Logistics muestra una contracción sostenida en la actividad de comercio exterior de EE. UU., al tiempo que cambios regulatorios y arancelarios generan incertidumbre en puertos, ferrocarriles y transporte por carretera.

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La caída progresiva de las importaciones y exportaciones en Estados Unidos está redefiniendo el pulso operativo de la cadena logística. De acuerdo con el Índice de Carga de Rampa Portuaria/Ferroviaria de ITS Logistics, el menor volumen ha reducido la presión sobre las operaciones en puertos y rampas ferroviarias, favoreciendo un retorno a niveles de servicio más estables. Sin embargo, este escenario también ha instalado nuevos focos de incertidumbre entre los distintos eslabones del sistema.

La normalización de la actividad coincide con un entorno regulatorio cambiante que afecta tarifas, requisitos para conductores y reglas aplicables a transportistas no domiciliados. Aunque las operaciones portuarias y marítimas se mantienen estables, analistas advierten que los ajustes normativos podrían alterar nuevamente el ritmo operativo en Norteamérica. En octubre, las importaciones alcanzaron 2,3 millones de TEU, cifra 7,5% inferior al mismo mes del año anterior, en una tendencia que se aleja de los patrones estacionales habituales.

El comportamiento de la demanda presenta matices relevantes. Pese al retroceso general de las importaciones, los volúmenes desde China mostraron un repunte mensual de 5,4%, en medio de tensas negociaciones entre ambos países y modificaciones en los aranceles aplicados a productos de origen chino. 

A ello se suma la suspensión temporal —anunciada el 10 de noviembre— de las tarifas de escala portuaria, medida que buscaba limitar el impacto sobre puertos regionales. A nivel judicial, el debate continúa abierto: la Corte Suprema evalúa la legalidad de los aranceles implementados en los últimos años, decisión que podría reconfigurar los flujos y costos de importación.

La menor actividad también refleja cautela por parte de los consumidores. De acuerdo con estimaciones de Deloitte, el gasto proyectado para la temporada navideña podría caer un 10%, lo que refuerza la inclinación de los importadores por manejar inventarios anticipados y evitar sobreexposición en un entorno incierto. Esta dinámica, según especialistas, seguirá influyendo en la demanda de transporte marítimo y ferroviario durante los próximos meses.

El transporte por carretera enfrenta un escenario particularmente complejo debido a la evolución normativa sobre conductores no domiciliados y los requisitos reforzados de dominio del inglés. La suspensión temporal del congelamiento en la emisión de licencias comerciales alivió parcialmente la presión del mercado, pero la aplicación estricta de los requisitos lingüísticos continúa generando impacto. Según estimaciones sectoriales, hasta 600.000 conductores podrían quedar fuera del sistema si la regulación se mantiene sin ajustes.

En un mercado ya tensionado por la salida de empresas de transporte y por la volatilidad en la demanda, la eventual reducción de capacidad preocupa tanto a expedidores como a intermediarios. ITS Logistics advierte que el sector deberá seguir de cerca la evolución judicial y regulatoria, ya que sus efectos combinados podrían modificar rápidamente la disponibilidad de camiones, la estructura de tarifas y la previsibilidad operativa hacia comienzos de 2026.