Anuncio

Marítimo Portuario

Informe asegura que riesgos geopolíticos elevarán presión sobre logística global

Los analistas anticipan que los aranceles y tensiones regionales encarecerán el transporte.

Un reporte internacional advierte que las tensiones comerciales, las sanciones y la inseguridad marítima seguirán impactando costos, rutas y continuidad operativa en el transporte marítimo y las cadenas de suministro.

Publicado
Anuncio

La logística internacional ingresará a 2026 en un entorno marcado por mayor incertidumbre y presión operativa. De acuerdo con el estudio Global Risk Forecast de Crisis24, las empresas enfrentarán un escenario más complejo en materia de seguridad, con efectos directos sobre el transporte marítimo, la planificación de rutas y los costos asociados al comercio exterior.

El análisis identifica a la competencia geoestratégica como uno de los principales factores de disrupción, en particular en el eje Estados Unidos–China. Esta tensión estaría provocando una reconfiguración de los flujos comerciales, con desvíos de carga hacia hubs emergentes y una mayor volatilidad en las tarifas de flete, afectando la previsibilidad de las operaciones logísticas.

El informe también advierte que el endurecimiento de sanciones por parte de Estados Unidos contra Irán y Rusia continuará impactando la seguridad marítima en zonas estratégicas. A ello se suma la persistencia de actividades en la llamada “zona gris”, incluido el uso de flotas fantasma, lo que genera riesgos adicionales para la navegación, presiona los precios de la energía y eleva los costos de aseguramiento.

En este contexto, los analistas anticipan que los aranceles, las sanciones y las tensiones regionales seguirán encareciendo el transporte y aumentando la exposición de los operadores a cambios regulatorios abruptos. La combinación de presión económica e inseguridad mantendría elevados los costos logísticos, las primas de seguros y la probabilidad de interrupciones en rutas marítimas clave.

Frente a este escenario, el reporte recomienda reforzar las estrategias de mitigación, incorporando planificación basada en inteligencia, contratos flexibles y esquemas de protección en capas. Asimismo, sugiere diversificar puertos y rutas terrestres, fortalecer la preparación de la fuerza laboral mediante simulacros periódicos y mantener holguras financieras que permitan absorber mayores costos iniciales y responder con rapidez ante disrupciones en la cadena de suministro.