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Inversión, innovación y reglas claras: El futuro exportador del salmón chileno

La salmonicultura chilena se consolida como un pilar estratégico del comercio exterior, con un amplio impacto económico y logístico en el sur del país. Así lo confirmó el presidente de SalmonChile, Arturo Clément, en el seminario Día del Comercio Global organizado por la Fundación CSAV.

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La salmonicultura chilena se ha consolidado como un pilar estratégico del comercio exterior, situándose como el segundo producto de exportación no minero del país. Con una participación del 35% en la producción mundial y envíos que superan los US$6.400 millones anuales, la industria articula un amplio ecosistema de proveedores, infraestructura portuaria y logística nacional, posicionando a Chile como referente global en alimentos del mar.

Su crecimiento y sostenibilidad dependen de reglas claras, inversión estratégica y capacidad de innovación, factores que determinarán la competitividad del sector frente a Noruega y otros mercados internacionales. Arturo Clément, presidente de SalmonChile, destacó -en el marco del seminario Día del Comercio Global organizado por la Fundación CSAV- que la industria ha pasado de un modelo artesanal a ser “la última innovación industrial productiva en Chile”, consolidándose como el segundo producto de exportación nacional, solo detrás del cobre.

Actualmente, Chile concentra el 35% de la producción mundial de salmón, mientras que Noruega tiene el 45%, lo que convierte a ambos países en responsables del 80% de la oferta global, según Clément. “Son pocas industrias donde dos países concentran la mayoría de la producción mundial”, señaló. El dirigente destacó que el mercado estadounidense representa el 41% de las exportaciones, seguido por Japón y Brasil, este último con un crecimiento anual cercano al 10%. A pesar de esto, el crecimiento promedio de la última década ha sido limitado, en torno al 1%, debido a la inestabilidad regulatoria y falta de certeza jurídica.

Clément recalcó que “nuestras exportaciones llegaron a 6,4 billones el año pasado. Lamentablemente en los últimos 10 años hemos crecido una tasa de un 1% y es porque no hemos tenido las condiciones para poder crecer. No tenemos certeza jurídica, tenemos inestabilidad y sobreregulación que nos ha impedido crecer. No requerimos subsidios, requerimos reglas claras, requerimos acciones de largo plazo, y si nos dan esa oportunidad podríamos duplicar nuestra producción en 15 años”.

Actualmente, la industria emplea 86.000 personas, entre directos y proveedores, y genera un ecosistema de más de 4.000 pymes vinculadas a alimentación, logística, innovación tecnológica y servicios ambientales. Por otra parte, destacó que las ciudades de Puerto Montt y Puerto Varas se han transformado en centros de innovación industrial, donde startups y nuevas tecnologías impulsan la modernización del sector, fenómeno que calificó como “el centro de innovación más importante de Chile”.

"Lamentablemente en los últimos 10 años hemos crecido una tasa de un 1%", explicó Clément.

Blue Foods: El futuro está en los alimentos del mar

También destacó la importancia del concepto de “blue foods”. “El 70% de la superficie de la Tierra son océanos y se produce solamente el 6%. Hoy día se habla de los alimentos del mar porque vamos a crecer en cantidad de habitantes en la Tierra para el 2050 alimentando. En la medida que los países pasan a ser más desarrollados el consumo de proteínas sube exponencialmente y, ¿dónde vamos a producir eso? Tenemos que producirlo en el mar y esa es la nueva tendencia, la nueva revolución es el blue foods, el alimento azul, todo el alimento que se va a producir en el mar y que va a ser el top de la demanda de proteínas en el futuro”, explicó Arturo Clément.

En términos de logística, enfatizó la necesidad de infraestructura avanzada, desde plantas de alimentación que abastecen múltiples centros de cultivo hasta terminales portuarios que conectan con los principales mercados internacionales. Mientras que la sustentabilidad ambiental y social fue otro eje central de la exposición del ejecutivo quien señaló que la industria ha mejorado la calidad de vida en las comunidades del sur y que es posible compatibilizar conservación, desarrollo productivo y vida social, consolidando un modelo exportador responsable.

“Creemos firmemente que es posible compatibilizar el desarrollo productivo, la conservación y el cuidado del medio ambiente, pero también la vida social porque acá hay un rol de las industrias y las empresas que tenemos que ejercer y que en el sur de Chile lo hemos ejercido. Hemos subido la calidad de vida de las personas en el sur en forma impresionante”, destacó Clément.

Sobre la producción, el presidente de SalmonChile explicó que actualmente 53% del salmón se comercializa congelado y 47% fresco, estrategia que permite reducir la huella de carbono y garantizar la frescura sanitaria en mercados lejanos. El dirigente también subrayó la certificación internacional de toda la producción, asegurando estándares de calidad y sostenibilidad que refuerzan la competitividad frente a Noruega y otros competidores globales.

Arturo Clément abogó por construir alianzas público-privadas y políticas estratégicas de largo plazo que impulsen la inversión, el desarrollo tecnológico y la expansión de la industria. “Con reglas claras y visión estratégica, podemos abastecer al mundo con un salmón productivo, saludable y sostenible, generando valor local y desarrollo para nuestras comunidades”, concluyó, reafirmando el papel del sector como motor logístico y económico del sur de Chile.