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Jara vs Kast: ¿Cómo enfrentan los temas económicos y logísticos en el balotaje? 

Jara vs Kast, la lucha que se definirá en el balotaje del mes de diciembre.

La segunda vuelta entre Jeannette Jara y José Antonio Kast se definirá entre proyectos con enfoques divergentes para el comercio exterior, la infraestructura estratégica y el desarrollo del hidrógeno verde, claves para la competitividad y la proyección exportadora del país.

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Jeannette Jara con 26,82% y José Antonio Kast con 23,97% se posicionaron como las dos principales fuerzas de la jornada electoral, asegurando su paso a la segunda vuelta tras una contienda marcada por alta participación y un fuerte contraste programático. La candidatura de Jara capitalizó el respaldo de sectores vinculados a políticas sociales y al fortalecimiento del rol del Estado, mientras que Kast consolidó el apoyo del electorado que privilegia la seguridad y el control migratorio.

El resultado instala un escenario polarizado para el balotaje, donde ambas campañas deberán ampliar sus bases y disputar el voto de centro. Con agendas opuestas en materias económicas, sociales y de seguridad, la segunda vuelta se perfila como un choque de proyectos de país, obligando a los partidos y movimientos intermedios a definir alianzas y apoyos para la etapa final.

En este nuevo escenario, la atención se trasladará también al contenido programático de ambas candidaturas. Durante las próximas semanas se revisarán en detalle sus propuestas en ámbitos clave para la competitividad del país, como comercio exterior, exportaciones, infraestructura estratégica e hidrógeno verde. El contraste de estas definiciones será central para evaluar cómo cada proyecto busca posicionar a Chile en la economía global y responder a los desafíos logísticos y energéticos de la próxima década.

¿Qué dicen los programas de gobierno?

Los programas presidenciales de José Antonio Kast y Jeannette Jara muestran visiones divergentes sobre el rumbo económico y logístico del país. Ambos reconocen la importancia de fortalecer la competitividad y la inserción internacional, pero difieren en las herramientas para avanzar en esa dirección y en el rol que deben asumir el Estado y el sector privado.

En el caso de Kast, la política comercial se articula sobre la apertura y el aprovechamiento de la red vigente de acuerdos internacionales. La propuesta incluye explorar nuevos destinos para los bienes chilenos, aunque no especifica medidas sectoriales para impulsar exportaciones o cadenas productivas. El énfasis está puesto en facilitar el intercambio mediante desregulación y una mayor coordinación entre instituciones que intervienen en el comercio exterior.

Jara incorpora una mirada integradora de infraestructura y desarrollo productivo.

Jara plantea una estrategia donde el comercio exterior se vincula con una política industrial activa. Su programa incorpora metas de aumento en la producción minera, expansión de capacidad exportadora en cobre y litio, y fortalecimiento de empresas públicas en sectores considerados estratégicos. Este enfoque busca generar encadenamientos locales y agregar valor a industrias donde Chile ya tiene presencia global.

Las propuestas en infraestructura también siguen caminos distintos. Kast apuesta por reactivar el sistema de concesiones para ampliar carreteras, habilitar nuevas autopistas y acelerar procesos en obras públicas portuarias y sanitarias. El objetivo es levantar proyectos de gran escala con participación privada y mejorar la conectividad para reducir costos logísticos.

Jara, por su parte, incorpora una mirada integradora de infraestructura y desarrollo productivo. Plantea ampliar la red ferroviaria, modernizar terminales portuarios, reforzar la capacidad aeroportuaria y agilizar autorizaciones mediante plataformas únicas. El programa también proyecta el fortalecimiento de EFE y ASMAR para consolidar capacidades estatales en transporte y construcción naval.

Hidrógeno verde, cobre y litio

En materia energética, Kast propone diversificar fuentes renovables y optimizar el uso de la capacidad instalada, con ajustes regulatorios que permitan una mejor coordinación entre generación y redes. Aunque anuncia mejoras institucionales para la CNE y el Coordinador Eléctrico Nacional, no detalla mecanismos específicos para implementar estas transformaciones.

Kast privilegia un modelo basado en concesiones, apertura comercial y flexibilidad regulatoria.

Jara incorpora objetivos más definidos para la transición energética. La propuesta eleva las metas de almacenamiento renovable hacia 2030 e integra el desarrollo del hidrógeno verde como política de Estado, con inversión en formación técnica, infraestructura habilitante y procesos de I+D vinculados a territorios donde se emplazarán los proyectos.

Un punto clave del programa de Jara es la consolidación de la Empresa Nacional del Litio y el fortalecimiento del Instituto Nacional de Litio y Salares, junto con planes para aumentar producción y resguardar ecosistemas altoandinos. En paralelo, plantea una modernización del sector forestal mediante nuevas cadenas de proveedores, restauración de suelos y uso sustentable de la madera.

En síntesis, Kast privilegia un modelo basado en concesiones, apertura comercial y flexibilidad regulatoria, mientras que Jara propone ampliar la presencia del Estado en sectores estratégicos, desarrollar capacidades productivas y avanzar en una transición energética más estructurada. Ambos programas proyectan escenarios muy distintos para la logística, la infraestructura y el posicionamiento internacional del país durante la próxima década.

La disputa entre ambos aspirantes no solo reflejará diferencias ideológicas, sino también dos rutas posibles para el posicionamiento económico de Chile en la próxima década. Mientras Jara pone el acento en fortalecer capacidades estatales, integración regional y una infraestructura pública que soporte la transición energética, Kast apuesta por desregulación, inversiones aceleradas y una inserción internacional más agresiva. Todo se decidirá en diciembre.