Anuncio

Sostenibilidad

Corredores verdes: El rol clave de los puertos en la estrategia de hidrógeno

La bahía de Quintero fue reconocida como un lugar favorable.

En el marco de la Naval Energy Summit 2025, investigadores de la Universidad de Valparaíso presentaron un diagnóstico sobre los desafíos logísticos, regulatorios y de gobernanza que enfrenta Chile para implementar corredores de hidrógeno verde en el ámbito marítimo-portuario. 

La descarbonización del transporte marítimo es uno de los grandes desafíos de la próxima década y Chile busca posicionarse como actor relevante en este proceso. En ese contexto, la Universidad de Valparaíso (UV), a través de sus escuelas de Ingeniería Oceánica e Ingeniería en Negocios Internacionales, lideró entre 2023 y 2024 un diagnóstico sobre la implementación de corredores de hidrógeno verde.

La investigación fue encabezada por los académicos Daniella De Luca, Felipe Caselli y Teresa Pino, con la participación de los alumnos de pregrado Alisson Lara, Francisca Saldías y Daniel Muñoz; una alumna de posgrado, Pamela Godoy, además del apoyo de la Armada y la Fundación Fraunhofer. El proyecto se enfocó en analizar el potencial de Chile para movilizar hidrógeno y sus vectores energéticos, considerando especialmente el rol de la infraestructura portuaria.

Daniella De Luca, directora Académica Centro de Desarrollo Económico Internacional de la Escuela Negocios Internacionales UV, señaló que uno de los aspectos más relevantes de estos corredores verdes sería contar con la capacidad de exportar y generar una logística referente a este tipo de productos, lo que significaría un avance importante para el aumento de exportaciones nuevas para nuestro país, generaría una industria, un ecosistema que no solamente favorecería a los puertos sino también a las empresas generadoras de energía y permitiría distribuir este tipo de energía y redistribuirla al resto de los países.

El punto de partida del estudio desarrollado por los académicos y alumnos de la Universidad de Valparaíso fue el reconocimiento de un “superávit energético” derivado de la capacidad nacional para producir electricidad renovable. Sin embargo, la cadena logística del hidrógeno -particularmente en almacenamiento y distribución- sigue siendo una “caja negra” para la industria, lo que refleja la ausencia de definiciones claras en procesos críticos.

Uno de los focos del análisis fue la bahía de Quintero, en la Región de Valparaíso, identificada como un área con condiciones favorables para el desarrollo de un corredor verde. Según los investigadores, este enclave podría convertirse en una plataforma clave para pilotear soluciones logísticas, incluyendo carriers especializados y terminales adaptados. La investigación recogió preocupaciones recurrentes desde la industria: el costo de implementación y su impacto en la matriz energética. ¿Cuánto encarecerá el suministro? ¿Cómo se trasladará al usuario final? Aunque no hay respuestas definitivas, el estudio plantea que estas interrogantes deben formar parte de un debate más amplio sobre competitividad y política energética.

Chile tiene la posibilidad de transformarse en un hub logístico de hidrógeno.

En materia de infraestructura, se advierte la necesidad de diseñar instalaciones flexibles, pero también específicas según el tipo de carrier. Adaptar terminales para manejar hidrógeno líquido no es lo mismo que hacerlo para derivados como el amoníaco. Esta definición será crucial para orientar inversiones y reducir riesgos. “Conocer y saber cuáles serán los costos de la logística, saber cuáles van a ser las necesidades de los demandantes. ¿El demandante va a ser el naviero de buques cargueros? ¿Ese individuo que está ideando para su flota futura, para esta reconversión al 2050, está apostando por un carrier en particular?”, indicó De Luca.

Otra pregunta es qué están haciendo los grandes navieros, qué van a modificar las flotas de buques en los próximos 20 años. En su opinión, “ese trabajo conjunto es una estrategia país, de poder juntarse con los principales navieros, con los principales proveedores de buques, con los principales astilleros del mundo y poder transformarse además en un astillero importante como el rol que está teniendo hoy día Asmar y la misma Armada en ese foco de investigación. Eso es lo que falta, la articulación desde la demanda”

El estudio también señala que Chile tiene la posibilidad de transformarse en un hub logístico de hidrógeno, no solo para exportación hacia Asia-Pacífico y Europa, sino también para abastecer al cabotaje nacional. Ello requiere alinear políticas como la ley de cabotaje, la estrategia logística nacional y las normativas portuarias en discusión.

La gobernanza aparece como otro punto crítico. ¿Quién gestionará los corredores? ¿Cómo se fijarán estándares y precios? Los investigadores observan que países como Países Bajos y Japón han avanzado mediante instancias de coordinación público-privada y marcos regulatorios claros, experiencias que podrían servir de referencia para Chile.

La meta es alcanzar carbono neutralidad en la industria marítima el año 2050.

“Esto es difícil porque en el ámbito marítimo portuario, sin hidrógeno, igual nos cuesta un poco la gobernanza. El punto es el siguiente. Chile tiene hojas de ruta y un Plan Nacional de Hidrógeno que están muy bien detallados, el punto es que, tengo la impresión, que no hay una conversación muy constante de esos objetivos de hojas de ruta al resto de los ministerios e instalaciones. Por ejemplo, en los proyectos de ampliaciones portuarias, ¿cuáles son los espacios que se están generando para propiciar el uso de combustibles que faciliten la descarbonización? Esto ya no es un plus, es un hecho del 2050”, explicó Daniella De Luca.

La pregunta que se hace la académica de la Universidad de Valparaíso es qué va a pasar con la estrategia nacional portuaria o el Plan Nacional Portuario que está diseñando el Ministerio de Transporte. “En el estudio que realizamos de brechas para la implementación de un corredor marítimo verde, nos detuvimos a conversar con algunas empresas portuarias y hoy día el indicador, el KPI base de la operación es la descarbonización”. Finalmente, el diagnóstico enfatiza que los puertos deben ser los verdaderos articuladores de la estrategia de hidrógeno, no solo como infraestructura física sino como plataformas logísticas y nodos de coordinación que permitan conectar producción, transporte y demanda. 

“Estos proyectos no son a cuatro años, deben atravesar los gobiernos, traspasar las propuestas e instaurar a los nuevos equipos de trabajo de los respectivos candidatos a la presidencia que este modelo apunta a la descarbonización y a los desafíos de los distintos organismos de descarbonizar, pero también es un modelo de desarrollo económico que facilita la generación de nuevas industrias y posiciona a Chile como un actor relevante. Además, tiene un factor geopolítico, sobre todo pensando en lo que ocurre con el gas entre Rusia y Ucrania y pensando en algunas rutas verdes que se están considerando hacia la Antártica”, concluyó.