Comercio Internacional
EE.UU. impone aranceles del 100% a grúas y equipos portuarios chinos

La medida, que regirá desde el 9 de noviembre, busca reducir la dependencia de China en la cadena logística y reforzar la seguridad económica estadounidense.
La Oficina del Representante Comercial de Estados Unidos (USTR) anunció la imposición de aranceles del 100% a las grúas de barco a tierra y a otros equipos de manipulación de carga vinculados con China. La medida, que entrará en vigor el 9 de noviembre, se aplicará a equipos fabricados en ese país, a empresas controladas por ciudadanos chinos o con componentes de origen chino. También se incluirán los chasis intermodales y sus piezas.
Los nuevos gravámenes forman parte de una revisión de la Sección 301 de la Ley de Comercio, enfocada en las prácticas marítimas, logísticas y de construcción naval del país asiático. En paralelo, la USTR estableció una tarifa de US$46 por tonelada neta para buques extranjeros que transporten automóviles, vigente desde el 14 de octubre, y eliminó la suspensión de ciertas licencias de exportación de gas natural licuado.
Según el comunicado oficial, el incremento de tarifas sobre las grúas STS busca disminuir la dependencia de China en la infraestructura portuaria crítica, fortalecer la resiliencia de la cadena de suministro y aumentar el margen de negociación con Pekín. Los aranceles no afectarán las grúas encargadas antes del 17 de abril de 2025 y que ingresen al país antes del 18 de abril de 2027.
El USTR también evalúa la aplicación de tarifas de hasta el 150% para otras grúas pórtico, tractores de terminal, apiladores automáticos y equipos asociados, en el marco de un proceso de consulta pública abierto hasta el 10 de noviembre. Estas medidas se suman a la decisión del presidente Donald Trump de gravar con un 100% todas las importaciones procedentes de China desde el 1 de noviembre, en respuesta a las restricciones chinas sobre minerales de tierras raras.
La escalada arancelaria reaviva las tensiones comerciales entre Washington y Pekín, interrumpiendo una breve tregua alcanzada durante el primer semestre. Aunque la Casa Blanca no descarta instancias de diálogo, el endurecimiento de las medidas evidencia un nuevo punto de inflexión en la disputa por el control de las cadenas logísticas y tecnológicas globales.