Comercio Internacional
Aranceles a la madera: El nuevo frente que mantiene en alerta al sector exportador

Las nuevas tarifas impuestas por Estados Unidos -de hasta 25 % y con posibilidad de ampliarse a 50 % en 2026- reordenan los flujos de exportación del sector forestal chileno. El impacto logístico y comercial se concentrará en las Pymes, que deberán ajustar costos, rutas y contratos ante el nuevo escenario arancelario.
Una cifra cercana a los US$1.063 millones en exportaciones chilenas de madera y manufacturas estarán expuestos a los nuevos aranceles que a partir del 14 de octubre entrarán en vigencia por parte de Estados Unidos. El gobierno de Donald Trump anunció que aplicará un arancel del 10 % sobre la madera blanda y aserrada, junto con un 25 % para muebles y cocinas elaborados con madera, medida que podría aumentar a 30 % y 50 % respectivamente desde enero de 2026 si no se alcanza un acuerdo bilateral.
Una decisión que golpea principalmente a las pequeñas y medianas empresas (Pymes) que concentran la mayor parte de la exportación de productos forestales hacia el principal mercado norteamericano. En rigor, significa un aumento directo en los costos de exportación y un riesgo sobre los márgenes de rentabilidad, a diferencia de las grandes compañías que podrían amortiguar el efecto gracias a la diversificación geográfica y de productos.
El escenario actual para el sector no es muy alentador toda vez que incendios forestales, sumado a robos de madera y un incremento en los costos operativos golpean la competitividad chilena en los últimos años. Muchas empresas y gremios advierten que, de no mediar medidas urgentes, el ajuste en aranceles podría provocar importantes cambios en rutas de exportación, consolidación de cargas y búsqueda de mercados alternativos. A la espera de resultados en las negociaciones bilaterales, el sector se prepara para un ajuste logístico y comercial que definirá la capacidad de las pymes para mantener su participación en Estados Unidos.
La Corporación Chilena de la Madera (CORMA) señaló que “estas medidas tendrán repercusiones globales, ya que alteran la asignación de aranceles entre distintos oferentes, con efectos en el mercado internacional de la madera. Esta incertidumbre, impactará a todo tipo de empresas, pero principalmente a las pequeñas y medianas, que no cuentan con las espaldas para sortear estas dificultades internacionales y además con un escenario de mercado interno decaído”.
La organización agregó que “estos aranceles -distintos a los aplicados en la primera etapa- se justifican bajo criterios de seguridad nacional. Sin embargo, desde un inicio se ha demostrado que los envíos chilenos, que resultan altamente relevantes para nuestro país, representan un volumen muy pequeño para Estados Unidos, sin afectar su abastecimiento interno. Los productos que Chile exporta son complementarios a los que produce Estados Unidos, no generan competencia desleal y provienen de bosques manejados de manera sustentable, cumpliendo con los más altos estándares ambientales”.
Para el investigador del Observatorio del Contexto Económico (OCEC) de la Universidad Diego Portales, Antonio Espinoza, el efecto de las nuevas sobretasas arancelarias a la madera debería tener un efecto acotado en la balanza comercial chilena de 2025. “En primer lugar, porque estamos próximos a terminar el año y porque los efectos directos de las medidas arancelarias serían más bien en el largo plazo que en el corto plazo”.
“Además, si bien Estados Unidos es un destino relevante de la exportación chilena de productos forestales y muebles de madera, al cual se le exportó US$821,6 millones en 2024, representando el 45,7% del total exportado de estos productos durante dicho año, esto solo representa el 5,3% del total nominal exportado a EE.UU. en 2024, usando datos del Banco Central. Además, si se consideran los US$821,6 millones exportados a Estados Unidos de productos forestales y muebles de madera, eso es solo el 0,8% de los US$99.165 millones de exportación de bienes de Chile durante 2024. Usando el acumulado anual hasta septiembre 2025, ese porcentaje asciende a 1%”, agregó el académico.
Las estadísticas señalan que Chile exportó maderas y derivados a Estados Unidos por un valor de US$1.063 millones durante el 2024. A juicio del economista y académico de la Facultad de Administración y Economía de la Usach, Víctor Salas, esa cifra que representa aproximadamente el 1% de los 100 mil millones de dólares que se exportaron ese año. “El aumento en 10% de los aranceles solo da indicios de que se podrían reducir en algún monto pequeño esos mil millones exportados, en el corto plazo. Luego, el efecto de las potenciales reducciones de estas exportaciones a Estados Unidos será muy leve en la balanza comercial de Chile”, explicó.

La competitividad de las Pymes está en riesgo
Consultados sobre qué margen de maniobra tiene Chile para mitigar los efectos de estas medidas mientras continúan las negociaciones con Estados Unidos, el economista de la UDP, Antonio Espinoza, señaló que es acotado, al menos en el corto plazo. “Una de las estrategias más mencionadas es diversificar las exportaciones, lo cual permitiría reducir la concentración de Estados Unidos en la exportación chilena de bienes”, sostuvo.
“Estados Unidos es una economía grande, que demanda altas cantidades de productos de importación, por lo tanto, si bien se pueden hacer esfuerzos como tratados o acuerdos comerciales con otros países para que consuman más bienes chilenos, sería poco probable aproximarse a los niveles demandados de Estados Unidos, toda vez que, en lo que va del 2025, este representa el 16,8% del total exportado acumulado a septiembre, según datos del Banco Central”, aseguró.
En tanto, el académico de la Usach, Víctor Salas, dijo que “en la perspectiva macroeconómica es probable que existan algunos efectos preocupantes en las pequeñas y medianas empresas que producen y exportan madera blanda y aserrada y muebles por los efectos de desempleo que puedan tener, lo que afectaría levemente a tasas que ya están altas, 8,6% en el trimestre móvil junio a agosto 2025 (INE). Sus efectos también serán leves en el PIB y la Balanza Comercial. En esta situación se podrían utilizar los mecanismos que el estado chileno dispone, como el apoyo a las exportaciones con devoluciones de impuestos al IVA y respaldos a través de ProChile para gestionar mercados internacionales”.
En cuanto a las estrategias que podrían adoptar las pymes exportadoras del sector forestal para sostener su competitividad frente a un escenario de mayores costos y menor acceso a su principal mercado, Antonio Espinoza aseguró que “hay que considerar la concentración de mercado que existe en la industria forestal chilena, donde el Grupo Arauco y el Grupo CMPC participaron en el 77,3% de las exportaciones forestales en 2023, según el Anuario Forestal INFOR 2024. En este sentido, una Pyme forestal exportadora de maderas cuyo principal destino sea Estados Unidos tiene poco poder financiero y de negociación para poder hacer frente a los efectos que la política arancelaria signifique”.
A su juicio, las Pymes deberán evaluar detenidamente su exposición frente a los aranceles recíprocos y monitorear los efectos que estos tengan en sus ventas, de forma que puedan hacer una planificación estratégica que les permita mitigar los efectos, en la medida en que efectivamente los aranceles recíprocos tengan efectos significativos en su nivel de ventas.
Mientras, Víctor Salas indicó que “habría que preocuparse por las sobretasas de 30 o 50% que se anuncian para estos productos para el próximo año, lo que dependerá de las negociaciones de Chile con Estados Unidos sobre los aumentos de aranceles anunciados y/o aplicados a nuestras exportaciones a ese país, cuyo resultado podrían mantener, en el mejor de los casos, la sobretasa de 10%. Entonces, lo que pueden hacer los productores es buscar una reorientación de sus ventas hacia mercados como China”.
El ajuste arancelario impuesto por Estados Unidos reconfigura el mapa de exportaciones forestales chilenas y anticipa un proceso de reorganización logística en los próximos meses. A corto plazo, las Pymes enfrentarán el mayor desafío en costos y planificación de envíos, mientras que los grandes grupos buscarán compensar el impacto mediante estrategias de diversificación. Con el horizonte de enero de 2026 como punto crítico -cuando las sobretasas podrían escalar a 30 % y 50 %-, el sector forestal chileno deberá combinar diplomacia comercial, eficiencia en transporte y nuevas alianzas logísticas para mantener su competitividad en el principal mercado del hemisferio norte.