Comercio Internacional
Nicaragua: Posibilidad de aranceles de EE. UU. podrían afectar exportaciones
Estados Unidos estudia aranceles de hasta 100% a productos nicaragüenses, medida que podría afectar exportadores, PYMES y la logística de comercio regional, mientras se revisan beneficios del CAFTA-DR y sectores estratégicos.
Estados Unidos evalúa imponer aranceles de hasta 100% a importaciones procedentes de Nicaragua, tras una investigación de la Sección 301 sobre prácticas que podrían perjudicar el comercio estadounidense. La medida refleja la estrategia de EE. UU. de utilizar herramientas legales para proteger su industria y garantizar el cumplimiento de normas laborales y de derechos humanos en sus socios comerciales.
El análisis preliminar de la USTR identifica alternativas que van desde la suspensión de beneficios del CAFTA-DR hasta la aplicación gradual o inmediata de aranceles en sectores específicos. Estas acciones podrían impactar directamente a exportadores nicaragüenses que concentran sus envíos en productos estratégicos y en mercados clave de Estados Unidos.
Para la logística de comercio exterior, el aumento de aranceles implicaría ajustes en la cadena de suministro, costos adicionales de transporte y potenciales retrasos en envíos. Además, se espera que la medida afecte de manera desproporcionada a PYMES, que representan una parte significativa del comercio bilateral, por lo que la USTR ha solicitado comentarios antes del 19 de noviembre sobre los posibles efectos económicos.
Históricamente, la Sección 301 ha sido utilizada para intervenir en el comercio internacional, como ocurrió con China y Brasil. En estos casos, la aplicación de aranceles elevados buscó corregir prácticas consideradas desventajosas y proteger la competitividad de empresas estadounidenses, especialmente en sectores estratégicos para logística y transporte de mercancías.
El caso de Nicaragua destaca la importancia de la planificación logística y comercial para los exportadores de la región. La potencial entrada en vigor de estos aranceles subraya la necesidad de diversificar mercados, revisar contratos de transporte y evaluar alternativas de envío, mientras EE. UU. continúa utilizando mecanismos legales para ejercer presión comercial sobre sus socios.