Comercio Internacional
Aranceles de hasta 20% en EE.UU. ponen en riesgo la fruta chilena: ¿Cómo responder ante este escenario?

El posible aumento de aranceles entre un 15% y 20% anunciado por EE.UU. genera preocupación en el sector frutícola chileno, que enfrenta riesgos a su competitividad y empleabilidad. Gremios piden coordinación público-privada para mitigar los impactos en uno de los principales destinos de exportación.
Si ya el arancel del 10% a los productos importados desde Chile era un severo golpe para el gremio exportador nacional, el anuncio de aranceles generales que podrían variar entre un 15% y 20% encendió las alarmas, sobre todo en el sector frutícola, uno de los que se verá más afectado por este impuesto que aplicaría el gobierno de Estados Unidos.
El pasado jueves, el presidente Donald Trump, señaló que "simplemente diremos que todos los países restantes pagarán, ya sea 20% o 15%. Eso lo resolveremos ahora". En clara alusión a las negociaciones que está llevando adelante con las diferentes naciones para llegar a acuerdos que puedan ser satisfactorios tanto para la economía norteamericana como las del resto del mundo, incluido Chile.
Para el presidente de la Federación Nacional de Productores de Frutas (Fedefruta), Víctor Catán, "es una pésima noticia, no solamente para Chile, para los productores chilenos, para el país, sino que también para el consumidor americano. Además, creemos que va a generar importantes brotes de inflación y finalmente lo que va a pasar es que en Estados Unidos la gente no va a poder acceder a la fruta. Creo que Estados Unidos debería revisar muy bien este tema y no comprarse un problema gratuitamente".
En lo concreto, el líder de los productores nacionales aseguró que la preocupación es total. "Es cosa de revisar los envíos del último mes donde, por ejemplo, los salmones han bajado y en la fruta también hemos tenido afectación, sobre todo en las de invierno, como los cítricos. Esto nos tiene muy preocupados porque ya empiezan a avanzar los meses, vamos a estar a la vuelta de la esquina cosechando cerezas y esto pudiera pegarles".
Agregó que la preocupación es evidente toda vez que productos como la uva "están pasando por un momento complejo, difícil y cualquier cosa de este tipo le pega en la línea de flotación y destruye, destruye puestos de trabajo y destruye una industria que es importante para el país".
Consultado sobre la posibilidad de diversificar los mercados para tratar de reducir los efectos de la crisis, Víctor Catán planteó que, si bien es importante, "no podemos perder de vista que Estados Unidos es un mercado relevante para nosotros. Y ese efecto de decir: no voy a exportar a Estados Unidos, voy a desviar todo mi producto, mi fruta a tal parte, también pudiera generar problemas en ese mercado. La elasticidad de la demanda probablemente no va a ser tal y ese mercado no va a absorber toda esa fruta o ese producto que se pudiera desviar".
Sobre los pasos a seguir ante esta posible alza arancelaria, el presidente de Fedefruta señaló que se reunirán con la Sociedad Nacional de Agricultura (SNA) y con los demás gremios para ver cómo podemos contribuir. "Creemos que, aparte de la estrategia que está llevando a cabo el gobierno de Chile a nivel de Cancillería, también tenemos un espacio a contribuir a través de los distribuidores, los supermercados, las cadenas de consumidores y los productores", indicó.

Un arancel que podría poner en jaque a la industria
Por su parte, el presidente de Frutas de Chile, Iván Marambio, aseguró que “vemos con preocupación los anuncios recientes desde Estados Unidos, especialmente considerando que estamos ad-portas del inicio de los principales envíos de frutas frescas chilenas. Si bien hasta ahora los efectos han sido acotados para las frutas chilenas, un arancel del 10% ya representa una señal preocupante".
Destacó que, de superarse ese nivel, "el impacto sería aún mayor y podría poner en jaque a toda la industria frutícola, afectando la competitividad de nuestras exportaciones en uno de nuestros principales destinos comerciales. Creemos que este es un momento donde debe primar la unidad y la prudencia, tanto desde el mundo público como privado".
El líder del gremio exportador frutícola indicó que "confiamos en el trabajo que está llevando adelante el Gobierno a través de sus canales diplomáticos y, en ese mismo espíritu, desde el sector privado, en coordinación con otros gremios agrupados en Sofofa, hemos avanzado en la contratación de asesores especializados en Estados Unidos, que nos permitan tener una visión más amplia del proceso y anticipar posibles impactos”.
De acuerdo a las estadísticas disponibles en el Servicio Nacional de Aduanas, las exportaciones de fruta a Estados Unidos fueron de más de 2 mil millones de dólares. Cabe destacar que en el detalle de los productos, el 94% de las naranjas y mandarinas que se producen en nuestro país tienen como destino EE.UU., mientras que el 60% de la uva de mesa también llega a puertos norteamericanos.
La urgencia por la diversificación de mercados
Para el economista y académico de la Facultad Tecnológica de la Universidad de Santiago, René Fernández, la reciente propuesta de la administración Trump de imponer aranceles generales entre el 15% y 20% a las importaciones hacia Estados Unidos "podría tener un impacto significativo en las exportaciones frutícolas de Chile, especialmente considerando que EE.UU. es uno de los principales destinos para estos productos".

En su opinión, Estados Unidos representa aproximadamente el 20% del valor total de las exportaciones silvoagropecuarias de Chile, siendo las frutas frescas, como uvas de mesa, arándanos, cítricos, manzanas y peras, productos clave en esta relación comercial. "La imposición de aranceles adicionales podría encarecer estos productos en el mercado estadounidense, reduciendo su competitividad frente a otros proveedores y afectando directamente a los productores y exportadores chilenos", sostuvo el académico.
"Lo anterior genera obvia preocupación y el recurrente consejo de la diversificación de los mercados cobra más que nunca renovado valor. Reducir en forma paulatina la dependencia del mercado estadounidense, fortaleciendo relaciones con Asia, India y el Medio Oriente podría ayudar a mitigar los riesgos asociados a las políticas proteccionistas de EE.UU., buscando nuevas oportunidades en mercados alternativos", concluyó el economista.
En tanto, Juan Ortiz, economista senior de la OCEC de la Universidad Diego Portales, señaló que "la medida impulsada por la administración Trump, se suma a todo un conjunto de decisiones respecto al alza de los aranceles recíprocos a sus socios comerciales, los cuales estaban vigentes en 10%, mientras había todo un conjunto de bienes exceptos. Sin embargo, después de negociaciones con diversas economías, el gobierno de EE.UU decidió implementar aranceles definitivos tanto para productos como alza para diversos países".
Respecto al anuncio del alza entre un 15% y 20%, el economista aseguró que "este hecho implica un incremento de los costos de importación y un shock negativo para las exportaciones de estos bienes hacia Estados Unidos. Frente al sector frutícola, este ya se ha visto afectado por el arancel del 10%, sin embargo, los datos de alta frecuencia indicar un impacto nulo en la práctica de esta medida, toda vez que las exportaciones nominales han aumentado hacia dicho país".
"El Banco Central de Chile, en el IPOM de junio, estimó el impacto de estas medidas en la canasta exportadora de Chile hacia Estados Unidos, y concluyó que su incidencia en el PIB es muy baja, siendo solo de un 0,1 pp del PIB para el año 2026. En el IPOM se indica que "un alza de 10% de los aranceles genera una caída de 6% en las exportaciones a este destino, efecto que se alcanza tras un año. Sin embargo, este efecto se ve compensado por un redireccionamiento de los envíos hacia otros destinos y un aumento en las ventas a nivel local". Entonces, un alza del arancel podría profundizar dicho efecto pero su incidencia negativa se concentraría principalmente en 2026", explicó Juan Ortiz.