Logística y Distribución
Ajustes tarifarios y mayor demanda marcarán el transporte aéreo de carga
La industria de carga aérea proyecta un año 2026 de ajustes en tarifas, mayor presión desde el comercio electrónico y un repunte relevante en la segunda mitad, impulsado por la demanda asiática y la expansión de capacidad en rutas estratégicas.
El transporte aéreo de carga se prepara para un 2026 de movimientos intensos, con un escenario marcado por aranceles más volátiles y un crecimiento moderado de la demanda. Diversos analistas y actores de la industria -como Xeneta, Aevean y Flexport- coinciden en que la tensión comercial seguirá generando incertidumbre, aunque el impacto efectivo sobre las tarifas sería menor al anticipado por las amenazas arancelarias que circulan en el mercado.
Las estimaciones apuntan a que los recargos aplicados durante 2025 aumentaron cerca del 12%, muy por debajo de lo que se había proyectado meses antes. Esa brecha explica por qué la demanda desde Estados Unidos no ha mostrado una caída abrupta, pese al contexto global más complejo. Al mismo tiempo, la industria prevé un alza de un dígito en la demanda para 2026, junto con una ligera expansión de capacidad que presionará los precios, aunque sin revertir su tendencia al alza.
El comercio electrónico volverá a ser uno de los principales motores del sector. Se proyecta un aumento significativo de envíos vinculados a componentes para centros de datos, impulsados por la cadena de valor de la IA y por el flujo exportador desde Asia. Este repunte sería especialmente evidente en la segunda mitad del año, período en que históricamente la industria concentra sus mayores volúmenes.
Un punto central del análisis es el comportamiento de la capacidad. Los datos muestran un crecimiento cercano al 5% interanual tanto en bodega como en cargueros dedicados, con una recuperación de belly cargo a niveles previos a 2019. Sin embargo, gran parte de esa capacidad se ha redirigido hacia rutas Asia–Europa y Asia–Medio Oriente, respondiendo al auge del e-commerce, lo que ha limitado la expansión en el eje transpacífico. Incluso contingencias puntuales, como la reciente inmovilización temporal de aeronaves MD-11F, podrían mantener más ajustado el mercado durante 2026.
El Sudeste Asiático vuelve a ocupar un rol estelar dentro de los flujos globales. La demanda hacia Estados Unidos continúa en expansión, con Vietnam posicionándose como proveedor clave en categorías como computadores y smartphones. No obstante, la región enfrenta el desafío de escalar su infraestructura aérea para acercarse a la capacidad y eficiencia de China, especialmente en temporadas de alto tráfico donde la administración de capacidad incide directamente en la evolución de tarifas.
En paralelo, el dinamismo del comercio electrónico continúa demostrando resiliencia. Tras los ajustes normativos en EE.UU. y la eliminación de exenciones de minimis, los envíos se redirigieron con fuerza hacia el corredor China–Europa. Aun así, tanto analistas como operadores estiman que las nuevas regulaciones europeas previstas para 2026 no generarán un impacto sustantivo en el mercado. La recuperación del comercio electrónico estadounidense, que ya roza el 90% de los niveles previos al cambio normativo, confirma que la demanda del consumidor sigue actuando como un pilar estructural para la carga aérea global.