Marítimo Portuario
Buque científico Abate Molina finaliza mantención en ASENAV y retoma operaciones

La histórica nave del Instituto de Fomento Pesquero completó una carena de 35 días en los astilleros de Valdivia, consolidando su operatividad para nuevas expediciones científicas en aguas chilenas.
El emblemático buque oceanográfico Abate Molina, con más de tres décadas al servicio de la investigación marina en Chile, concluyó recientemente su proceso de carena y mantenimiento general en las instalaciones de ASENAV, en Valdivia. La embarcación —donada por Japón en 1991 y operada por el Instituto de Fomento Pesquero (IFOP)— es una de las primeras naves diseñadas especialmente para investigación pesquera e hidroacústica en el país.
Los trabajos de reparación, realizados por el área de Reparaciones, Ventas Industriales y Lift Dock de ASENAV, se extendieron por 35 días e incluyeron la inspección y mantención del sistema de propulsión, revisión de motores, protección catódica, pintura de casco y renovación de sistemas eléctricos y acústicos. Además, se efectuaron mejoras en los sistemas de alarma y se reforzó el aislamiento acústico de la sala de control de máquinas, aumentando así el confort para la tripulación técnica.
El proceso permitió cumplir con los requisitos de certificación exigidos por la casa clasificadora japonesa NKK y la autoridad marítima chilena, asegurando la continuidad operativa del buque en campañas científicas.
Desde su llegada al país, el Abate Molina ha sido un instrumento clave en la generación de datos sobre el comportamiento de especies marinas, la evaluación de recursos pesqueros y el estudio de los efectos del cambio climático en los ecosistemas del océano Pacífico. Su operación está bajo la supervisión del IFOP, organismo dependiente de la Subsecretaría de Pesca y Acuicultura.
El buque salió del astillero el pasado 16 de julio y ya se encuentra nuevamente disponible para cumplir su agenda de investigaciones científicas. ASENAV, por su parte, sigue consolidando su reputación como referente regional en servicios de reparación naval. Su unidad de reparaciones ha atendido a naves emblemáticas como el crucero ecológico Magellan Explorer, remolcadores de alta gama como el Engage Ghost (ex Pellaifa), ferries esenciales para la conectividad en Chiloé, y embarcaciones para los sectores pesquero, acuícola y turístico, destacando por la calidad técnica y cumplimiento de plazos.