Entrevista
René Fernández: "Una guerra comercial entre sus socios es indeseable para la economía chilena"

El economista y académico de la Universidad de Santiago conversó con Agenda Marítima para analizar la actualidad de la guerra comercial entre Estados Unidos y China, y los efectos para una economía exportadora como la chilena.
Fue en el año 2018 cuando se dio inicio formalmente a la guerra arancelaria entre Estados Unidos y China. Esto marcó un punto de quiebre en la dinámica del comercio a nivel mundial y que se extendió en el tiempo provocando problemas a gran parte de los mercados mundiales, los que se acrecentaron a partir de las medidas impuestas este año por el presidente Donald Trump.
En conversación con Agenda Marítima, el economista y académico de la Universidad de Santiago de Chile, René Fernández, que actualmente reside en la ciudad de Valencia en España, analizó la actualidad de esta guerra comercial que actualmente vive una tregua de 90 días entre los gobiernos de Estados Unidos y China, los efectos que ha tenido esta disputa en la cadena global de suministros y el impacto que tienen estas medidas en economías exportadoras como la chilena.
¿Cuáles fueron los principales argumentos del gobierno de Estados Unidos para imponer los primeros aranceles?
El gobierno de EE.UU justificó la imposición de los aranceles iniciales como una respuesta a las prácticas comerciales desleales por parte del gigante asiático. Entre ellas, destacaba el robo de propiedad intelectual, la transferencia forzada de tecnología y subsidios estatales a empresas chinas. Aún cuando estas argumentaciones fueron abordadas en el reciente Día de la Liberación, debemos recordar que las primeras escaramuzas de esta guerra fueron durante el año 2018, en la primera administración Trump.
¿Cuáles han sido los momentos o medidas más significativas en este conflicto comercial?
De acuerdo a lo mencionado desde el origen de la guerra comercial en el año 2018 y considerando la información reciente, a mi juicio, los cuatro hitos de mayor significancia parten en julio de 2018 con el inicio formal de la guerra comercial con aranceles recíprocos del 25%. Luego, en enero de 2020 con la firma del acuerdo de "Fase Uno", donde China se comprometió a aumentar las importaciones de productos estadounidenses, aunque no cumplió completamente con las metas establecidas.
Luego, en febrero de 2025 con la reanudación de las tensiones con nuevos aranceles por parte de EE.UU. y represalias de China, incluyendo restricciones a empresas estadounidenses. Finalmente, en mayo de 2025 con el acuerdo de tregua de 90 días con reducciones arancelarias significativas por ambas partes.
¿Qué efectos tuvo esta guerra arancelaria en la economía de Estados Unidos y en la cadena global de suministros?
Independientemente de que en el mediano y largo plazo la guerra arancelaria permite a los países negociar condiciones distintas, los efectos en el corto plazo de la imposición de aranceles tanto hace unos años como en el 2025 fueron el aumento de costos donde las empresas estadounidenses enfrentaron mayores costos de producción, trasladando algunos de estos a los consumidores.
Además, las disrupciones en la cadena de suministro donde muchas compañías reubicaron sus operaciones fuera de China hacia países como Vietnam e India, y la volatilidad en los mercados cuando los mercados bursátiles experimentaron fluctuaciones significativas debido a la incertidumbre comercial.
¿Qué rol han jugado economías como la Unión Europea y Japón?
Aún cuando en ciertos momentos los discursos pudieran dar a entender la beligerancia, tanto la Unión Europea como Japón han adoptado posturas cautelosas, buscando equilibrar sus relaciones comerciales con ambas potencias. Han fortalecido acuerdos bilaterales y promovido el multilateralismo para mitigar los efectos negativos de la guerra.
¿Cómo impacta esta guerra comercial a países exportadores como Chile?
Somos una economía sumamente abierta al mundo y en ese sentido, una guerra comercial establecida entre sus dos principales socios comerciales es un escenario indeseable para la economía chilena. Sin embargo, ese escenario a la luz de la evidencia también sería indeseable para el mismo Estados Unidos y es por ello que la guerra comercial podría estar iniciando su término.
¿Qué significa la tregua arancelaria actual? ¿Podría considerarse un primer paso hacia un acuerdo más amplio?
La tregua de 90 días acordada implica una reducción significativa de aranceles por ambas partes, buscando reanudar negociaciones y evitar una escalada mayor. Aunque es un avance positivo, persisten desafíos estructurales que podrían dificultar un acuerdo integral a largo plazo, recordemos que ambas potencias están en esta guerra comercial desde el año 2018.