Logística y Distribución
Conoce las 3 tecnologías que marcarán la logística chilena durante el 2026
Inteligencia artificial, gemelos digitales y energías limpias transformarán la eficiencia, sostenibilidad y coordinación de las cadenas de suministro. El desafío: integrar innovación, infraestructura y gestión en un ecosistema logístico más competitivo.
La logística vive una transformación profunda impulsada por la digitalización, la sostenibilidad y la presión por una mayor eficiencia. Las cadenas de suministro ya no solo deben ser rápidas y confiables, sino también inteligentes y limpias. De cara a 2026, tecnologías como la inteligencia artificial, los gemelos digitales y los sistemas de energía renovable se perfilan como pilares de una nueva era operativa, donde la toma de decisiones en tiempo real y la reducción de emisiones serán factores determinantes para mantener la competitividad global.
En este escenario, Chile enfrenta el desafío de integrar estas innovaciones en sus puertos, carreteras y centros de distribución. El avance de la automatización, la electrificación del transporte y la adopción de herramientas predictivas promete optimizar procesos, reducir costos logísticos y elevar los estándares de sostenibilidad. El futuro del sector dependerá de cómo las empresas y el Estado articulen esfuerzos para transformar la infraestructura actual en un ecosistema logístico más conectado, resiliente y preparado para competir en el escenario internacional.
En este contexto, el director del Centro de Innovación en Transporte y Logística (CITYLOG) de la Universidad Diego Portales (UDP), Karol Suchan, analiza y detalla cuáles serán -a su juicio- los principales adelantos tecnológicos que serán claves en la logística durante el próximo año. “En un mundo cada vez más dinámico, la logística se está convirtiendo en un verdadero laboratorio de innovación. Si miramos hacia 2026, las nuevas tecnologías no serán un lujo, sino la base para mantenerse competitivo”, explicó.
Así, la inteligencia artificial, los gemelos digitales y las tecnologías de energía limpia están marcando la diferencia en la forma en que movemos mercancías y coordinamos cadenas de suministro. Conoce las principales características de cada una de estas herramientas que serán fundamentales en el desarrollo tecnológico de la industria logística.
1. El impacto de la Inteligencia Artificial en la toma de decisiones
La Inteligencia Artificial (IA) ya no es un concepto abstracto en el mundo de la logística y en la actualidad se traduce en algoritmos que ayudan a anticipar la demanda, replanificar rutas y responder en tiempo real a imprevistos. “¿Quién no ha sufrido la típica entrega atrasada de un refrigerador o un mueble? En el comercio electrónico de paquetes pequeños, la coordinación ya permite programar entregas en ventanas horarias ajustadas. En cambio, las entregas voluminosas todavía van a ciegas”, indicó el académico de la UDP.
A su juicio, para el año 2026 la IA acelerará el cierre de esa brecha basándose en datos de tráfico, clima, disponibilidad de vehículos y las necesidades del cliente, las rutas se optimizarán sobre la marcha y se ajustarán sin intervención humana. “Esto será fundamental en los casos en que la logística está externalizada a varios eslabones. La IA actuará como un orquestador invisible que coordina al vendedor, al proveedor y al transportista para asegurar que la promesa de servicio se cumpla”, sostuvo.
Por otra parte, la IA aportará previsión en un ámbito estratégico para Chile como las operaciones portuarias. Las marejadas y los temporales obligan a cerrar puertos, restando fiabilidad al cabotaje y al transporte marítimo nacional por lo que con herramientas que integran información de sensores, boyas y satélites, los puertos podrán anticipar condiciones adversas con mayor precisión. “La IA facilitará que el reciente marco legal de cabotaje se convierta realmente en una alternativa al transporte por carretera, ampliando la oferta de servicios sin los sobresaltos de cierres inesperados”, aseguró Karol Suchan.
2. El potencial de los gemelos digitales en la coordinación logística
“Si la Inteligencia Artificial es el cerebro, el gemelo digital es el espejo”, indicó el académico de la UDP. Un gemelo digital es una réplica virtual de un activo o de un proceso real que mezcla datos en tiempo real y simulaciones para hacer visible lo que de otra forma no se puede ver. “En Chile ya existen ejemplos en la minería donde las operaciones de extracción tienen su clon digital, lo que permite evaluar la producción, anticipar fallas y entrenar a operadores sin interrumpir las faenas. Este mismo concepto se está trasladando a puertos y terminales ferroviarios”, señaló.
En Europa, puertos como Hamburgo y Rotterdam lograron un nivel de importante de visibilidad gracias a los gemelos digitales que pueden simular cómo afecta una reparación en un muelle a la capacidad de carga, ajustar el orden de atraque de los buques según el estado del viento o las mareas, y coordinar el paso de mercancías hacia trenes y camiones.
En esta misma línea, Suchan señaló que “un gemelo digital integrado en Chile permitirá que el puerto de San Antonio, por ejemplo, simule la llegada de un buque, planifique la descarga, determine a qué tren deben ir los contenedores y asigne los camiones necesarios. Todo esto se podrá ajustar en tiempo real, lo que reducirá congestiones y permitirá que la cadena puerto-ferrocarril-camión funcione como un sistema único, en lugar de una sumatoria de actores que se coordinan por teléfono”.
3. Tecnologías limpias y competitividad logística en Chile
“La transición hacia energías limpias es la otra gran revolución. En los últimos años, Chile ha dado pasos importantes con la electrificación de flotas y se han puesto en marcha decenas de camiones eléctricos de alto tonelaje con terminales de recarga con decenas de cargadores rápidos. Estos vehículos tienen autonomía suficiente para rutas urbanas o suburbanas y representan un ahorro significativo en costos operativos y emisiones”, explicó el director de CITYLOG de la UDP.
De todas maneras, clarificó que el alto costo inicial y la necesidad de infraestructura de carga siguen siendo las principales barreras para su masificación. “Para sortearlas, las empresas están instalando electroterminales privados y optando por contratos de energía a largo plazo que garanticen disponibilidad y costes controlados”, puntualizó Suchan quien aseguró que, frente al reto de la electrificación total, surgen alternativas de transición como el gas natural licuado y comprimido que ofrece una reducción de emisiones y ruido con autonomías largas.
“La colaboración entre transportistas y proveedores de combustible está permitiendo levantar corredores de estaciones de gas a lo largo del país, de modo que el repostaje no sea un problema. Además, el uso de biocombustibles en flotas existentes se está extendiendo; estos combustibles, basados en aceites vegetales o residuos orgánicos, se pueden mezclar con el diésel tradicional sin modificar los motores y permiten reducir la huella de carbono a un costo relativamente bajo”, indicó
En su opinión, la apuesta más ambiciosa es el hidrógeno verde y recordó que este año se certificó el primer camión chileno propulsado por hidrógeno con una autonomía superior a los 700 kilómetros, un hito que demuestra que el hidrógeno es viable para el transporte pesado, a pesar que sus costos son elevados y que se requieren incentivos públicos y privados. “A medida que se reduzca el precio de los electrolizadores y se instale infraestructura de producción y abastecimiento, el hidrógeno podrá impulsar camiones, trenes y barcos”, adelantó.
El tema de la sostenibilidad no es trivial toda vez que clientes e inversionistas están incorporando este tipo de criterios en sus decisiones. Empresas internacionales exigen que los centros de distribución cuenten con certificaciones ambientales, paneles solares y sistemas eficientes de iluminación y climatización. "Las bodegas verdes se están revalorizando porque, además de consumir menos energía, ofrecen una imagen de marca coherente con la responsabilidad ambiental", explicó Suchan.
Asimismo, los inversionistas evalúan la cadena de suministro completa, incluyendo los proveedores de materias primas y transportistas, para asegurarse de que sus inversiones no están asociadas a prácticas contaminantes. En opinión del académico de la UDP, "quien no se suba a la ola de la logística sostenible se arriesga a perder contratos y financiamiento".
De cara a 2026, las nuevas tecnologías transformarán la logística en Chile a través de estas tres palancas: inteligencia artificial, gemelos digitales y tecnologías limpias. "Estos avances no solo mejoran la eficiencia, sino que también responden a la demanda de consumidores e inversionistas de cadenas de suministro verdes y resilientes. Aprovechar este momento exigirá colaboración pública y privada, inversiones estratégicas e innovación constante", concluyó Suchan.