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Almacenamiento y Bodegaje

Informe señala que el nearshoring acelera modernización de bodegas industriales en Chile

El nearshoring está generando presión sobre la logística de última milla.

El avance del nearshoring y la automatización está transformando la demanda de infraestructura logística en Latinoamérica. Chile, con proyectos de modernización y un enfoque en capital humano, busca fortalecer su competitividad regional frente a un escenario de mayor cooperación y exigencia tecnológica.

La estrategia de nearshoring se consolida como una de las tendencias logísticas más relevantes de 2025, impulsando la relocalización de operaciones productivas y de almacenamiento hacia mercados más cercanos. Un reciente informe de la consultora Bodestan posiciona a Chile como un actor clave en América Latina para capitalizar esta transformación, gracias a su infraestructura, estabilidad macroeconómica y ubicación estratégica para el abastecimiento del Cono Sur.

El nearshoring implica trasladar parte de la producción o procesos logísticos desde países lejanos —como los del sudeste asiático— hacia destinos más próximos al consumidor final. Este cambio busca reducir tiempos de entrega, minimizar costos de transporte y aumentar la trazabilidad, factores especialmente críticos en cadenas de suministro que operan con alta rotación y productos de alto valor.

En Chile, el efecto más visible se manifiesta en el rediseño y modernización de las bodegas industriales. Las empresas están priorizando la adaptación de espacios para responder a un mayor volumen de operaciones, ciclos de rotación más cortos y una creciente diversificación de inventarios. Este ajuste también se traduce en una demanda por infraestructura flexible, capaz de escalar de manera rápida ante cambios de mercado.

El reporte de Bodestan indica que una parte significativa de las bodegas en operación requiere mejoras estructurales y tecnológicas. Entre las recomendaciones figuran la incorporación de sistemas de almacenamiento modulares —como racks selectivos, Drive-In o push-back— y la integración de Warehouse Management Systems (WMS) que optimicen el flujo de trabajo y la gestión del inventario.

Para nuevas instalaciones, se sugiere un diseño orientado a layouts de alta rotación y picking eficiente, con áreas dedicadas a operaciones de cross-docking y zonas de almacenamiento automatizado. En casos de alta demanda, la inversión en sistemas satelitales y soluciones de robotización puede mejorar la eficiencia y reducir los costos operativos.

El nearshoring también está generando presión sobre la logística de última milla, especialmente en zonas metropolitanas. Esto ha motivado la aparición de microbodegas y centros de distribución urbanos que permiten reducir tiempos de entrega y mejorar la cobertura, integrando la operación de grandes centros regionales con nodos de proximidad.

Más allá de la infraestructura, el reporte subraya que la competitividad chilena en este contexto dependerá de la capacitación continua de la fuerza laboral, el fortalecimiento de alianzas con proveedores locales confiables y la planificación financiera que priorice la eficiencia operativa. Estos factores permitirán que el país no solo absorba la demanda generada por el nearshoring, sino que también se posicione como hub logístico regional.

El informe concluye que, con inversiones estratégicas en tecnología, diseño y recursos humanos, Chile puede consolidar su liderazgo en la región, aprovechando la oportunidad que representa el nearshoring para diversificar mercados, atraer nuevas inversiones y reforzar la resiliencia de sus cadenas de suministro.