Logística y Distribución
Plan de Desarrollo Logístico y su estrategia para proyectar Chile hacia el 2036

El Ministerio de Transportes impulsa el Plan de Desarrollo Logístico para optimizar puertos, ferrocarriles y transporte terrestre, incorporando sostenibilidad, modernización tecnológica y coordinación multimodal. La estrategia busca asegurar la eficiencia de la cadena de suministro y reducir costos logísticos.
El Plan de Desarrollo Logístico del Ministerio de Transportes busca consolidar una estrategia nacional que trascienda gobiernos y proyectos específicos, con miras a fortalecer la competitividad de Chile en el comercio internacional. En este sentido, los proyectos logísticos suelen materializarse a largo plazo, a veces décadas después de su concepción, por lo que la planificación debe estar alineada con los requerimientos estratégicos del país.
La logística se hace visible cuando no funciona y la pandemia evidenció esta fragilidad, con escasez de insumos, congestión portuaria y problemas con contenedores a nivel mundial. Esto afectó la disponibilidad de productos cotidianos, desde materiales de construcción hasta electrodomésticos, recordando que la logística es un fenómeno global que impacta directamente en la vida de los ciudadanos.
En términos económicos, el sector logístico representa un 4,1% del PIB chileno, superando la contribución de la agricultura. Además, cada dólar invertido en logística genera un retorno superior al doble de su valor, posicionando al sector como motor de crecimiento y desarrollo económico. Esto incluye actividades de comercio, industria, manufactura y servicios, destacando la relevancia de la planificación y eficiencia logística para mantener competitividad frente a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).
El Programa de Desarrollo Logístico, creado en 2010, consolidó la visión integral del Ministerio de Transportes, incorporando infraestructura, sistemas de información, gobernanza y sostenibilidad. Actualmente, un equipo de 33 profesionales trabaja en planificación, transporte terrestre, coordinación marítima, transporte camionero y desarrollo portuario, priorizando el funcionamiento eficiente de los puertos, que concentran el 90% de las exportaciones e importaciones del país.
El Coordinador General del Programa de Desarrollo Logístico del Ministerio de Transportes, Antonio Dourthe, señaló -en el marco de su exposición en Impulsa Logística- que en el país existen “72 infraestructuras en operación que nos permiten funcionar y tener este 90% de nuestra carga que equivale aproximadamente a 111 millones de toneladas. Ahora, ¿cuáles son nuestros desafíos como sector? Hay nuevas exigencias y nuevos requerimientos porque si estamos hablando de una ley de hace 25 ó 30 años, estamos hablando que hay temas que han cambiado”.
Entre los desafíos futuros, Dourthe resalta la necesidad de adaptar los puertos al hidrógeno verde, la expansión de buques de mayor calado y la mitigación del cambio climático mediante soluciones como la electrificación de los atraques. “Existe la necesidad de un uso de este potencial energético que vamos a tener como país con el nuevo sector industrial cuando se habla de hidrógeno verde. Si vamos a producir para el mundo tenemos que poder sacarlo desde nuestros puertos. Las nuevas tendencias de comercio internacional dicen que los buques cada vez son más grandes para poder transportar con menores costos”, sostuvo.

Concesiones, proyectos estratégicos y cabotaje
En su exposición, Antonio Dourthe destacó los proyectos estratégicos que se encuentran en desarrollo que incluyen las concesiones portuarias hasta el año 2030 en Iquique, Valparaíso, San Antonio y Talcahuano-San Vicente, con nuevas bases de licitación que consideran eficiencia energética y aprendizaje de experiencias anteriores. Entre ellos, destaca el Puerto Exterior de San Antonio, que proyecta capacidad para 6 millones de TEUs y más de 60 millones de toneladas, con conexión vial y ferroviaria necesaria para integrarse al sistema logístico nacional.
“Este es un proyecto que ya lleva diez años. Decíamos que nuestras exportaciones eran 111 millones de toneladas, bueno, esto son 60 millones de toneladas que va a empezar a funcionar el año 2036. Se ha hablado mucho de Chancay, pero uno de nuestros terminales actuales en San Antonio es Chancay, es decir, cuando hablen de ese puerto no nos sorprendamos tanto porque tenemos mucha más capacidad”, señaló el coordinador del Programa de Desarrollo Logístico.
El desarrollo ferroviario es otro pilar central. El Ministerio ha renovado la fiscalización ferroviaria, concesionando líneas asociadas a la minería y a puertos clave, buscando aumentar la participación del tren en el transporte de carga, mejorar la seguridad y reducir costos logísticos para empresas exportadoras, con beneficios directos para la competitividad del país. En paralelo, se impulsa la ley de cabotaje para permitir la participación de buques extranjeros en rutas nacionales, buscando reducir tarifas y ofrecer alternativas al transporte por carretera. Esta medida, en trámite por más de una década, se espera consolidar durante este gobierno, fortaleciendo la eficiencia y la competitividad en el transporte marítimo interno.
Antonio Dourthe explicó que “lo que pretende esta ley es que se pueda ir desde el Biobío hasta Antofagasta con un buque extranjero en la medida que tenga la capacidad. Entonces claramente habría una reducción de tarifas, pero también la posibilidad de tener una alternativa al camión en términos del cabotaje al interior del país. Somos optimistas, ya hemos pasado por la Cámara, por el Senado y ahora vamos a volver a la Cámara. Esperamos que después de 13 años de trabajo tengamos la ley y eso permita disminuir tarifas y mejorar la eficiencia logística del país”.

La importancia del transporte terrestre
El transporte por carretera también se encuentra en proceso de transformación, especialmente con la adopción de camiones de mayor capacidad y la incorporación de hidrógeno verde. Pilotos en Antofagasta demuestran la viabilidad de operar transporte pesado de manera más sostenible, con seguridad y eficiencia, reduciendo la dependencia de patrullas policiales y optimizando recursos.
Dourthe enfatiza que la logística integrada requiere coordinación multimodal. Los puertos, ferrocarriles y carreteras deben trabajar de manera conjunta, evitando cuellos de botella y maximizando la capacidad de transporte. Proyectos como el puente ferroviario recientemente inaugurado permiten incrementar la capacidad de carga en un 300%, mejorando el flujo hacia el puerto exterior de San Antonio y otras terminales estratégicas.
El Plan de Desarrollo Logístico contempla también la integración regional. El corredor bioceánico vial, por ejemplo, permitirá conectar de manera eficiente la producción de países vecinos con los puertos chilenos, optimizando tiempos y costos en exportaciones hacia Asia y otros mercados internacionales. Hoy día estamos en condiciones de poder satisfacer los requerimientos, falta que Paraguay termine un puente para conectar totalmente y eso va a pasar el próximo año”, explicó.
Agregó que “mientras tanto estamos mejorando nuestra capacidad en términos de aumentar la transferencia por hora con nuevas grúas y centros de apoyo logístico. Por último, estamos enfrentando una mejora en todos los procesos administrativos y, por lo tanto, aquí hay un potencial tremendo para la zona norte de Iquique, Antofagasta y Puerto Mejillones”.
De paso subrayó que la planificación a largo plazo es fundamental para mantener la competitividad de Chile frente a cambios en el comercio internacional y tendencias tecnológicas. La combinación de infraestructura, modernización administrativa y sostenibilidad energética configura un modelo integral que posiciona al país como líder logístico en Latinoamérica.
Finalmente, el desarrollo de proyectos estratégicos, desde el hidrógeno verde hasta puertos y ferrocarriles, refleja una visión de Estado. Estas iniciativas buscan no solo responder a necesidades inmediatas, sino garantizar que Chile cuente con capacidades logísticas de clase mundial, capaces de sostener el crecimiento económico y la eficiencia de sus exportaciones durante las próximas décadas.